ARTÍCULO DE JULIO GARCÍA GÓMEZ (EXPERTO EN COMUNICACIÓN) / La comunicación interpersonal ha jugado un papel estratégico para la fortaleza y unidad de los países. Mandatarios y acompañantes, a través de sus mensajes y lenguaje verbal y no verbal, han mostrado cercanía y buena sintonía en sus encuentros, que potencian la fuerza de la organización. 5 claves de la comunicación de la cumbre.
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Por Julio García Gómez, experto en habilidades de relación del lenguaje verbal y no verbal / 4 de julio de 2022.
El ciclo de comunicación durante la cumbre se abre con la llegada de Jill Biden, esposa del presidente de los Estados Unidos, que fue recibida por la reina Letizia. El encuentro en el Palacio de la Zarzuela fue muy cordial y amistoso. Observamos de entrada como doña Letizia recibió en el exterior, con los brazos abiertos, a la primera dama de Estados Unidos en señal de buena acogida y expectativas de estrecha
relación. Al encontrarse, cruzaron un beso e inmediatamente la reina colocó su brazo derecho por debajo del de Jill Biden como muestra de cordialidad, mientras con el izquierdo tomó su mano. Hay cercanía en el trato de ambas en todo momento, distancias cortas y mirada directa.
Entre ellas se suceden los gestos de complicidad y sonrisas, que se entrecruzan con las palabras de bienvenida. A continuación, doña Letizia, tras la foto en las escaleras, extiende su mano hacia la puerta de entrada en señal de guiar la entrada al palacio, como quien cede a un amigo la entrada a su hogar. Destaca la naturalidad y la mayor complicidad de sonrisas y miradas entre ambas.
En el arranque de la cumbre, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, pronuncia un discurso muy concreto en tono institucional, propio del instante, donde destaca frases como la de que “espera importantes decisiones para reforzar la capacidad de la Alianza Atlántica”, que remarca con el tono de su voz. De manera estudiada o no marca con breves silencios de atención los puntos y aparte del texto que propician los aplausos de los asistentes y refuerzan el tono de su lenguaje.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en tono severo, proyecta su discurso inaugural en el que se observa como cada vez utiliza más el lenguaje no verbal de las manos para dar énfasis a las palabras y reparte constantemente su mirada ante los espectadores. Se trata de un gesto de complicidad e implicación con el auditorio.
A lo largo de la jornada de inicio, en la siguiente del día 30, y en las previas, hay mucha relación interpersonal cargada de buena sintonía en los saludos, en muchos casos efusivos, que propician el “contacto personal” de mano sobre brazo, en la espalda y el costado, que es algo que anteriores cumbres estaba mucho más medido y protocolizado.
“La cumbre de los acompañantes” ha estado cargada de muestras de afecto y cordialidad, más allá de las reglas y normas establecidas en los encuentros oficiales que han propiciado un clímax favorable para el marco de la negociación.
La cercanía, el contacto personal y los mensajes positivos han sido armas para potenciar la unidad, fortaleza y cooperación de los miembros de la Alizanza y de la UE frente a las amenazas y retos que supone la vulneración del orden internacional.
5 claves de comunicación
Las 5 claves o recomendaciones a los mandatarios, que el experto destacó en su intervención en el Canal 24 Horas de RTVE el pasado miércoles, al analizar junto a Lluís Guilera, periodista y presentador, el inicio del encuentro, son:
1.- Mensajes directos de los intervinientes para centrar la atención.
2.- Lenguaje medido, estudiado y preciso. Huir de generalidades.
3.- Remarcar y enfatizar las ideas clave de sus comparecencias y discursos.
4.- Apoyar los conceptos con cifras que resulten explícitas de lo que quieren destacar.
5.- Argumentar ejemplos concretos en cada tramo de sus alocuciones para que sean más evidentes sus conclusiones.