jueves, mayo 2, 2024

Así filtran y valoran los periodistas tus propuestas informativas

El periodista tiene que gestionar, a diario, un inmenso volumen de información que le llega por diferentes medios. Se trata fundamentalmente de comunicados y propuestas enviados por agencias de comunicación y gabinetes de prensa de empresas y organismos de distinto tipo, que colapsan literalmente la bandeja de entrada de su correo.

Por Redacción, 19 de abril de 2024

Sólo para leer y valorar de forma somera el valor informativo que tiene una nota de prensa o una propuesta se necesita, tirando por lo bajo, no menos de cinco minutos. Un periodista que recibe 150 comunicados y propuestas a diario tendría que dedicar sólo a esta tarea… ¡750 minutos! O lo que es lo mismo, ¡12,5 horas de trabajo diarias! Una tarea materialmente imposible de abordar.

Es evidente que no salen las cuentas se mire por donde se mire, y que la lógica y la práctica periodística va por otros derroteros.

Lo normal es que el informador decida, la mayoría de las veces de un vistazo y con muy poco tiempo de análisis, cuáles de esos comunicados borra, cuáles los da por buenos para publicar desde un primer momento y, en tercer lugar, cuáles los reserva para un análisis posterior con algo más de profundidad.

Hemos preguntado a distintos periodistas por los sistemas que utilizan para filtrar y decidir, en tan poco tiempo, qué notas van a la basura y cuáles pasan ese primer filtro. Estas son las principales ideas:

1) Decisiones automáticas

Este es un tema de reflexión importante. De media, un periodista puede llegar a recibir a diario más de 150 notas de prensa y propuestas, de las cuales sólo llega a considerar como material noticioso en torno a 4. Sólo un 2,6%. Por lo tanto, el 97,4% restante va a parar a la papelera, sin mayores dudas ni contemplaciones. Y la mayoría de estas decisiones se toman de forma casi automática, y con la sospecha, o la certeza, de que seguramente, entre ese volumen ingente de información pueda existir material que sí sea merecedor de ser publicado. Pequeñas injusticias o ineficiencias que se justifican por la falta de tiempo de que dispone el periodista, y además porque… ¡se acerca la hora de cierre y el redactor jefe empieza a ponerse nervioso!

2) Titular bien el asunto del correo, clave para pasar el filtro

La mayoría de las notas acaban en la papelera sin que el periodista las haya leído. Lo más habitual es que haya tomado esta decisión porque el titular no le haya sido lo suficientemente interesante o sugerente. La mayoría de los periodistas están seguros de que dejan pasar muchas historias geniales porque nadie se molesta en vendérselas de forma específica. El título colocado en el asunto es, en efecto, uno de los elementos más determinantes que llevan al periodista a decidir si un comunicado es borrado o si se conserva para estudiarlo con más detenimiento.

3) La credibilidad de la fuente

Los periodistas, como el resto de personas, no dejan de ser ‘animales de costumbres’ que toman sus decisiones en función de experiencias similares que han tenido con anterioridad. Por eso es tan importante ganarse la credibilidad como fuente informativa.

Si una agencia o departamento de comunicación realiza bien su trabajo ante un informador (le envía buenas noticias, no le insiste para que publique una nota si ésta no merece la pena, reacciona con rapidez a las peticiones del periodista, etc), las notas de prensa que le envíe tendrán siempre un plus de credibilidad que le llevará, en la mayoría de los casos, a tener un mejor trato que las agencias o gabinetes de prensa que no cumplan estos requisitos.

4) Bucear en la nota de prensa para encontrar datos ocultos

A veces ocurre que el tema vendido en una nota de prensa no tiene interés para el periodista que realmente quiere diferenciarse de su competencia. No en vano, esa misma nota de prensa la han recibido, además de él, otras varias decenas de informadores. Estos periodistas tienen por costumbre bucear en la información por si encuentran algún dato oculto u otro enfoque más atractivo para empezar a trabajar una buena historia. Si el periodista detecta en un comunicado ese dato que le llama la atención, es entonces cuando empieza a tirar del hilo.

5) Archivarla en la carpeta de futuros temas

Otras veces la nota de prensa suele ser el punto de partida para un futuro reportaje. En ese caso, el periodista se la guarda en su carpeta de ‘futuros temas’. Una idea o un dato que figure en la misma pueden inspirarles un reportaje futuro sobre nuestra empresa y en la que seamos el protagonista principal del mismo. 

Otras veces la nota de prensa (o la propuesta) renace en un horizonte temporal más amplio, más allá del momento en que es planteada, y que puede trasladarse a semanas o meses más tarde. Es habitual que el periodista posea un listado de temas pendientes respecto a los que va almacenando datos, estudios o casos prácticos. Si una nota de prensa encaja en esos temas como información básica o complementaria es muy posible que sea tenida en cuenta en ese reportaje futuro.

En estos supuestos anteriores, se produce un renacimiento de la nota de prensa con un impacto informativo diferente al inicialmente previsto. La nota de prensa no es publicada en el momento (o días después) de ser emitida, por lo que lo habitual es que agencias y departamentos de comunicación la consideren como un impacto fallido. Sin embargo, es un impacto que sí se produce semanas o meses más tarde cuando el periodista les llama para participar en un reportaje que ha tenido su origen en esa nota de prensa.