martes, abril 30, 2024

Identificar la diferenciación personal y comunicarla: el fundamento para destacar

Por Núria Masip, mentora y formadora en Marca Personal y LinkedIn / 22 de febrero de 2024

Hoy en día, en cualquier ámbito profesional, se hace cada vez más imprescindible el hecho de destacar entre la multitud.

Destacar para atraer nuevas oportunidades, para cambiar de trabajo, para conseguir clientes en el caso de los emprendedores… Y para no ser uno más.

Mandar un currículum o tener una página web de tu negocio está bien, pero es insuficiente.

Hoy es una cuestión de: que te descubran, primero. Que te elijan, después.

Y para ser descubierto necesitas hacerte visible y hacerlo en los sitios donde pueda ser interesante para ti y tu marca personal: aquellos en los que se encuentra tu público objetivo.

Sin embargo, una vez elegidos los canales donde vas a posicionarte como experto… ¿Cómo diferenciarte y sobresalir entre la multitud?

Aquí es donde entra en juego la diferenciación personal de cada uno.

Y, créeme, buscar ser diferente no es tanto un tema de ser el más innovador o disruptivo. Esto suma, pero bajo mi experiencia no es el pilar principal.

Tal como lo trabajo con mis clientes, el enfoque es el de identificar qué elementos de los que ya tienes incorporados te van a ayudar a diferenciarte.

Todos contamos con experiencias profesionales, conocimientos y habilidades únicas, que constituyen nuestro bagaje propio. Además, tu historia, tu visión y el porqué detrás de lo que anhelas… No son aspectos menores. Por el contrario, muchas personas conectarán contigo por ello.

Porque si debo elegir entre varios profesionales que a priori me ofrecen lo mismo, con estudios similares, experiencias a la par… ¿Por cuál me decantaré?

Probablemente por aquel que sienta que puede aportarme más.

Pero también con aquel que más me identifico y comparto similitudes.

¿Los polos opuestos se atraen? No tanto cuando de colaborar juntos o generar negocio hablamos. En realidad, buscamos relacionarnos con iguales, con quien sentirnos cómodos y tener un vínculo de confianza.

En tu diferenciación también se encuentran tus valores, esos que te guían a la hora de tomar las decisiones más sabias y de trazar líneas rojas. Esos que muestran tu integridad y te definen como profesional ante los demás.

Una vez identificados y aterrizados los aspectos propios que nos ayudan a diferenciarnos como profesionales, iremos de adentro hacia fuera. Es decir, ahora que ya hemos hecho un trabajo interno, es cuestión de empezar a comunicarlo hacia fuera.

Una vez que tú has logrado identificar lo que te ayuda a sobresalir y lo has puesto en valor, ahora tu misión es que los demás también lo vean así.

Porque el objetivo no es ser el mejor, sino el que mejor se vende.

Cuando los demás te perciben como la opción adecuada por todo aquello que les transmites con tu comunicación, estás más cerca de lograr tus objetivos y de convertirte en un imán de oportunidades.

Ser constante y tener clara la imagen que quieres transmitir con tu marca personal será clave para lograr tu cometido.

 Y recuerda: la mayor diferenciación está en ti.