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Cuáles son las últimas tendencias en la comunicación del sector cultural

BEATRIZ CEBAS, FUNDADORA DE FLAMINGO COMUNICACIÓN Viernes 16 de diciembre de 2016

Beatriz Cebas, fundadora de la agencia Flamingo Comunicación, analiza en este artículo las principales tendencias que se están imponiendo en la comunicación cultural.

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En los últimos tiempos, la comunicación cultural, al igual que el resto de sectores, ha experimentado una serie de cambios y tendencias que han modificado nuestra manera de trabajar. Si nos paramos a analizar los últimos años, podremos detectar cuatro tendencias claras: disminución de las ruedas de prensa, eventización de las presentaciones, explotación de las herramientas de social media y fusión entre periodistas e influencers.

 

Las ruedas de prensa ya no funcionan. Esta tendencia se podría extrapolar no solo a la comunicación cultural, sino a cualquier tipo de comunicación. Los motivos son variados. En primer lugar, desgraciadamente las redacciones ya no cuentan con grandes equipos de trabajo que puedan desplazarse con tanta frecuencia, muchos de ellos tienen que quedarse en la redacción y ausentarse estas horas de sus puestos supone un gran problema. Por supuesto, las ruedas de prensa con grandes estrellas, continuarán atrayendo la atención de los medios, pero digamos que quitando estos casos tan puntuales, para todos aquellas presentaciones de proyectos un poco más medianos o de pequeña envergadura, este formato ya no funciona.

 

Muchas veces se siguen manteniendo por política de la empresa que solicita los servicios de la agencia, o también cuando se trata de temas instituciones. En estos casos, las ruedas de prensa sí atraen la atención sobre todo de la prensa local, aunque quizás no tanto por el proyecto en sí sino por las declaraciones y la foto del alcalde de turno.

 

Por lo tanto, ¿cómo hacernos notar y trabajar en la promoción de un proyecto? La respuesta es la siguiente: eventizando las presentaciones. De esta manera, las labores de relaciones públicas y de prensa se fusionan. Es decir, cuando no contamos con un proyecto realmente grande y conocido con grandes caras que nos sirvan para dar buenos titulares, en vez de hacer la típica rueda de prensa es mucho más efectivo hacer eventos abiertos que no sean exclusivos para prensa pero a los que los periodistas clave sí estén invitados. Así, digamos que se matan dos pájaros de un tiro ya que se aprovecha para invitar a compromisos, crear alianzas estratégicas y a su vez hacer ese contacto con los medios. Si bien es cierto que de estas presentaciones eventizadas no siempre se consiguen muchos impactos en prensa, sí de social media, lo cual es especialmente positivo para aquellos proyectos más modestos que no pueden permitirse inversión en publicidad.

 

Las redes sociales como canal de comunicación no se podrían considerar como una tendencia ya que están fuertemente establecidas desde hace tiempo, pero el uso que se les dé y su explotación para contar en directo lo que está sucediendo, sí lo es. Hablo de funcionalidades como Facebook Live, Twitter Moments, Periscope o Instagram Stories, especialmente útiles para eventos como alfombras rojas, entregas de premios o inauguraciones.

 

Por otro lado, actualmente las campañas de comunicación prácticamente ya no se conciben sin incluir a los tan codiciados influencers. Estos pasan desde Youtubers con millones de seguidores hasta perfiles con números más modestos pero con una temática y audiencia afín al proyecto que estamos promocionando, y que por lo tanto nos interesa. Por ejemplo, estarían los casos de los booktubers, especializados en literatura; o las conocidas como “egobloggers”, enfocadas en el mundo de la moda.

 

Cuando hacemos una campaña, no basta con convocar a la prensa, dentro de la estrategia debemos incluir el contacto con bloggers, youtubers, instagramers, tuiteros…. Es decir, las nuevas generaciones de influencers que aunque no escriban en ningún medio (aunque en ocasiones, gracias a su fama acaban siendo parte de algún programa importante de radio o TV, o incluso columnista de alguna revista), no los podemos obviar ya que mueven un tipo de audiencia y de usuarios que nos interesa mucho. Muchas veces se insiste en tratarles de manera diferente a la prensa, y aunque es cierto que sus métodos, canales y procedimientos lo sean, desde mi punto de vista esto un error. Me explico, un bloguero de cine estará encantado de asistir a un junket con un gran director de cine y su elenco, al igual que cualquier periodista de un medio grande. Por lo tanto, si por el tipo de contenido que publica, estilo y audiencia nos interesa, ¿por qué no incluirle?

 

Si bien es cierto que hacer distinciones está bien si lo que vamos a ofrecer está más enfocado al estilo de ese canal o del contenido que publica en sus redes sociales, pensémoslo a la inversa: ¿Ese acto especial para influencers digitales no sería igual de válido para prensa? Lo cierto es que en función del tipo de medio y su audiencia, al periodista le podría interesar mucho más este evento especial y diferente que una presentación o rueda de prensa al uso.

 

Y es que es inevitable, la distinción entre el periodista tradicional y el influencer digital cada vez es más difusa. A día de hoy ambos son comunicadores y pueden llegar a nuestra audiencia, que es nuestro fin. Cuando promocionamos cultura, queremos llegar a ese público potencial para se entere del último estreno y vaya al cine, conozca el lanzamiento de un nuevo libro, el concierto de ese grupo de moda, la obra de teatro del momento, o acuda a las últimas exposiciones. Tradicionalmente, la única manera de llegar a este público objetivo era a través de los medios, ahora los canales de comunicación son mucho más amplios, e internet nos ha abierto todo un mundo que no podemos obviar, sino más bien todo lo contrario.

 

Al final no hay mayor secreto, el trabajo de todo buen comunicador se basa en conocer muy bien el producto que tengamos en nuestras manos, estudiar con detalles cuál es la audiencia a la que más nos interesa llegar y los cuáles son los mejores canales para conseguirlo. Lo habitual será una combinación de prensa al uso y nuevas tecnologías, encontrando en muchas veces grandes similitudes.

 

Es posible que en unos años las tendencias sean diferentes, o incluso que en pocos meses ya hayan derivado. Y es que siendo comunicadores en un mundo tan cambiante como el actual donde la actualización es fundamental, estar en constante contacto con las tendencias actuales es clave para no quedarse atrás.


 


 

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