viernes, abril 19, 2024

Teresa P. Alfageme cierra su etapa de 9 años como directora de Comunicación del CGCOM

A punto de cumplir 9 años como directora de Comunicación del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), cierro una etapa laboral para adentrarme en una nueva realidad: la jubilación.

Por Redacción, 12 de Junio de 2020

Han sido 3 décadas de trabajo al frente de la Comunicación de empresas que, como en el CGCOM, me han aportado y enriquecido: la SER, RTVE, Globomedia y laSexta y otra década anterior como periodista en EFE.

En el caso del CGCOM, al igual que en las otras empresas, me voy con la satisfacción del deber cumplido: velar por su reputación a través de todas las acciones que conlleva la comunicación y haberlo hecho de un modo compartido con todos los que forman la gran familia de la corporación médica.

Mi llegada al CGCOM supuso para mí un gran reto por lo que representaba y representa la profesión médica; partía de un gran respeto y consideración por lo que los valores que representa esta profesión y por la defensa a ultranza que hace de la salud de los ciudadanos. Nueve años después y, especialmente tras la experiencia que han sufrido con la COVID-19, esa consideración se ha elevado a una mayor admiración por esa lección de altruismo y ejemplaridad que ha dado en todo momento los profesionales sanitarios en general y, en particular, los médicos.

Los valores y principios que me inculcaron mis padres se han enriquecido aquí con otros que son los que representan a la profesión médica y quiero ejemplarizarlos en la persona que, para mí, mejor los representa, la doctora María Castellano. Su fuerza, su tesón, su trabajo incansable a pesar de las adversidades, su constancia, su formación permanente, y sobre todo su bondad, su humanidad y su humildad, son el mejor ejemplo para representar a muchos médicos y médicas que lo dan todo para atender a los demás.

Del trabajo realizado durante estos nueve años, creo que son otros los que tienen que juzgarlo. Yo, solo quiero expresar mi agradecimiento; en primer lugar, a los dos presidentes con los que he trabajado, los doctores Serafín Romero y Juan José Rodríguez Sandín, por valorar y entender la importancia de la comunicación en su justa medida y mostrarme siempre su apoyo al trabajo realizado.

A través de estas líneas de despedida, quiero agradecer también a todos los presidentes y secretarios de los 52 Colegios Oficiales de Médicos de España el haber tenido la oportunidad de compartir con ellos múltiples momentos en esta etapa tan enriquecedora profesional y personalmente.

A todos los compañeros, responsables de comunicación de los colegios con quienes he defendido y he puesto en valor el trabajo que desde los distintos departamentos se realiza y con quienes tantos momentos he disfrutado en los Congresos Rescom.

A los responsables de comunicación de otros consejos generales de profesiones sanitarias; a los que trabajan en la comunicación del Foro de Atención Primaria y del Foro de la Profesión Médica. A todos ellos, las gracias por enriquecernos mutuamente con nuestras experiencias, aportaciones y trabajo coordinado.

A los periodistas de medios en general y, especialmente, a los sanitarios con los que he mantenido una disposición permanente de servicio para poner en valor las acciones que ha llevado a cabo la corporación médica.

A todos los profesionales de los equipos directivos y de coordinación con los que ha trabajado en el CGCOM y, especialmente, al equipo del departamento de Comunicación: Alvaro, Ricardo, Sara y Marga, porque sin ellos, nunca hubiésemos llegado tan lejos. Con ellos he crecido como profesional y como persona.  Su profesionalidad, compromiso y lealtad es lo que nos ha fortalecido y nos ha dado la convicción de que lo que hemos hecho ha merecido la pena.

Solo me queda seguir la máxima de otro médico, para mi querido y admirado: el profesor Gonzalo Herranz, un referente en la ética médica. A los meses de mi llegada al CGCOM, tuve la oportunidad de escucharle en las   Jornadas Nacionales de Comisiones Deontológicas que se celebraron en Badajoz, y se me quedó grabado lo que dijo: “el deber de veracidad de los profesionales lleva implícito el confesar los errores y pedir perdón a los pacientes por los mismos”. Yo, desde mi ética profesional como periodista, hago mía esta máxima y si en algo he fallado, pido humildemente perdón por ello.

¡Hasta siempre!