domingo, noviembre 16, 2025

Las startups que comunican bien crecen mejor

LinkedIn acaba de publicar su ranking Top Startups 2025, con las empresas emergentes más prometedoras de Madrid y Barcelona. Cada año este listado despierta curiosidad entre quienes seguimos el ecosistema emprendedor. ¿Qué tienen en común las startups que logran destacar en un entorno tan competitivo? Más allá del producto o la financiación, hay un factor que suele repetirse: comunican bien.

Por Nuria Rabadán, fundadora y directora general de ComBoca / 30 de octubre de 2025

No todas tienen grandes estrategias ni equipos de comunicación amplios, pero sí comparten una visión clara: entienden que la comunicación no es un accesorio, sino una herramienta de crecimiento, y que comunicar no es solo contar lo que hacen, sino dar sentido a por qué lo hacen, para quién y con qué impacto.

Los medios ‘tradicionales’ siguen importando

En tiempos en los que todo parece medirse en clics, algoritmos y seguidores, podría pensarse que los medios tradicionales han perdido influencia. Sin embargo, los casos de startups como Incapto, Ukio, Olistic, Titan OS, VIVLA, Embat, WOW Concept o Dcycle demuestran lo contrario. La presencia en prensa sigue siendo un activo de valor. Cuando una startup aparece en El País, Cinco Días, Expansión o Xataka, por ejemplo, consigue algo que las redes no pueden dar: validación. Un artículo aporta contexto, análisis y contraste; sitúa a la compañía dentro de una tendencia; la conecta con fuentes y le da una dimensión pública que trasciende su propia narrativa. Esa visibilidad mediática no solo atrae clientes o inversores, también construye credibilidad.

Las redes son esenciales para mantener viva la conversación y crear comunidad, pero la prensa sigue marcando un punto de inflexión. Un reportaje o una entrevista permiten explicar una historia, aportar datos y mostrar un propósito. En un ecosistema donde cada semana nacen proyectos nuevos, ese respaldo externo puede marcar la diferencia entre ser visible y ser creíble.

Y ahí es donde la labor de una agencia cobra sentido. Comunicar bien exige entender el negocio, identificar el momento adecuado para hablar y adaptar el mensaje a cada medio y a cada audiencia. No consiste solo en lograr menciones o titulares, sino en construir una estrategia que conecte el propósito con los objetivos del negocio.

Desde una agencia se ayuda a definir la voz de la marca, a traducir lo técnico o financiero en algo relevante y comprensible. Se acompaña a los portavoces en la preparación de entrevistas, se contextualizan los hitos y se cuida la coherencia del discurso en los momentos de cambio o de crisis.

Las startups que dedican tiempo a pensar qué quieren decir y cómo hacerlo son las que después crecen con solidez, atraen talento y negocian desde la confianza. La visibilidad es la consecuencia, no el punto de partida.

La comunicación es un activo estratégico que acelera procesos, multiplica oportunidades y consolida reputaciones. En un mundo donde la atención es limitada y la competencia inmensa, la confianza se ha convertido en la moneda más valiosa.

Porque los medios ayudan a que te vean, pero sobre todo a que te crean. Y cuando alguien te cree, todo lo demás (clientes, alianzas, inversión…) acaba llegando.