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Julián Zabala (CEO de Alabra): «El 50% de nuestro negocio ya no depende de la comunicación en salud»

Alabra es la nueva marca de comunicación surgida de la evolución de la antigua Planner Media. Una transformación que va más allá de la imagen corporativa y que afecta al concepto de consultora. Julián Zabala, CEO de la compañía, nos explica las claves de la nueva Alabra.

Por Redacción, 13 de diciembre de 2021

Comenta, a grandes rasgos, cuáles han sido los grandes hitos en la historia de Planner Media (previo a la transformación en Alabra)

Planner Media es el fruto de la visión y el empeño de Carmen Pino, la fundadora de la compañía. En el último cuarto del siglo pasado empiezan a florecer los gabinetes de prensa para empresas e instituciones y ella tuvo la intuición o el convencimiento de que el sector de la salud no podía quedarse fuera de juego. Planner Media fue la primera agencia especializada en salud en nuestro país y desde entonces ha ostentado una posición de liderazgo en este sector. A partir del camino abierto por Planner Media, surgieron otras agencias especializadas, algunas de las cuales, no solo continúan con su actividad, sino que lo hacen gozando de una salud de hierro. Los componentes científico y técnico y la imperiosa necesidad de hacer comprensible lo complicado, sin olvidar el riguroso y extenso entorno regulatorio y autorregulatorio, hacen de esta especialización una de las más complejas, sino la que más, y no vale con querer estar para hacerlo bien.

Ya con el nuevo siglo, en Planner Media nos marcamos dos cuestiones irrenunciables para el futuro de la compañía. Por un lado, la determinación de dejar atrás esa idea un tanto anacrónica de la comunicación circunscrita a las relaciones con los medios y evolucionarla a un concepto más amplio que abarcase cualquier expresión de una entidad u organización. El segundo: ampliar nuestros horizontes empresariales, sin renunciar a lo que nos había diferenciado hasta ahora.

En 2020, en línea con esta apuesta por ampliar nuestro concepto de comunicación, incorporamos a nuestro ecosistema de servicios a la consultora de transformación digital Metric Salad, lo que nos permitió dar un salto de calidad en la conceptualización y desarrollo de productos digitales.

La agencia Planner Media acaba de protagonizar un cambio de marca y ahora se denomina Alabra. ¿A qué obedece el cambio?

Era una evolución necesaria marcada por el proceso de cambio que nos habíamos marcado. Cuando por fin hemos alcanzado ese escenario, entendimos que Planner Media ya nos había dado todo lo que podía ofrecernos. Alabra es la constatación del éxito de nuestro planteamiento.

Por un lado, nos hemos abierto a otros sectores, suponiendo ya cerca del 50% de nuestra facturación anual. Ahora, entre los más de sesenta profesionales que formamos Alabra ya no solo hay expertos en el sector de la salud, sino que también los hay en tecnología, consumo, financiero y bancario, sostenibilidad, del mundo de la cultura, etc. Hoy nos sentimos orgullosos de prestar servicios de calidad en sectores tan diversos como el consumo, el acero, el cultural, la alimentación, el tecnológico, el del seguro, por ejemplo.

Por otro, nuestros servicios también han evolucionado y hoy contamos entre nuestro equipo humano ingenieros, informáticos, gestores culturales, publicistas, diseñadores, productores de contenidos audiovisuales, creativos, profesionales del marketing… y nuestra determinación es seguir creciendo para que los productos y servicios que ofrecemos se ajusten a nuestra concepción transversal de la comunicación.   

La filosofía de Alabra, según habéis anunciado, es la de desarrollar un concepto transversal de la comunicación. ¿En qué se concreta este posicionamiento?

Como comentaba anteriormente, se trata de una certeza que teníamos desde hacía años, y Alabra es el fruto de esta apuesta por avanzar en ese concepto transversal en un momento en el que el mercado valora y demanda un posicionamiento distinto, dejando atrás planteamientos antiguos, que seccionan la actividad de comunicación haciendo que pierda todo su potencial, incluso complicando procesos empresariales que no responden a la realidad actual.

La verdad es que nos hemos limitado a observar y escuchar al entorno y a nuestros clientes durante muchos años. La conclusión parece sencilla y ahí reside el éxito de nuestro posicionamiento: entendemos la comunicación como toda forma de expresión corporativa, liderada por una decisión estratégica; optimizada por canales, formatos y públicos; y medida con la precisión necesaria para retroalimentar el proceso con eficacia.

Se trata, en resumen, de ofrecer a nuestros clientes servicios de calidad en todas sus necesidades de interacción con sus públicos: desde la estrategia hasta medición, pasando por la publicidad, el entorno digital, las relaciones con los medios, los contenidos audiovisuales, diseño, etc. Todo ello hilvanado con la creatividad y la tecnología como formas de expresión del necesario conocimiento del medio.

Además, habláis de vectores estratégicos ¿cómo lo planteáis?

No limitamos nuestro posicionamiento a esa concepción transversal de la comunicación, sino que incorporamos la salud, la tecnología, la cultura y la sostenibilidad como vectores de creación de valor para la comunicación de cualquier empresa de cualquier sector.

¿Cómo estáis gestionando, a nivel de los empleados, el cambio de marca y, sobre todo, de posicionamiento?

La involucración de nuestro equipo humano en el cambio ha sido una de las claves del éxito. El cambio de marca es la culminación de la metamorfosis estratégica iniciada hace cinco años, un tiempo en el que la compañía se ha ido preparando en procesos, estructura y captación de talento. Podríamos entender el cambio de marca como la culminación de nuestro posicionamiento, algo que el equipo ya tenía interiorizado antes de que naciera Alabra. Se puede decir que éramos Alabra incluso antes de saber que nos llamaríamos así.

Además, el mero cambio de marca ha sido un proceso de más de un año, en el que, como es lógico, hemos ido contando con la involucración de todos los que la formamos. Porque somos una marca de comunicación (y no un estudio de arquitectura o un bufé de abogados), todos debíamos ser parte activa del cambio. De lo contrario, lo habríamos hecho mal.

¿Cuáles son los objetivos de Alabra para los próximos años?

Ahora es momento de hacer. Llevamos un lustro observando el entorno y preparándonos para este paso. Como decimos con frecuencia desde el nacimiento de Alabra, lo mejor está por llegar.