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La comunicación interna en el mundo millenial

ADOLFO LÁZARO, DIRECTOR DE ESTUDIO DE COMUNICACIÓN Jueves 8 de marzo de 2018

El desembarco laboral de los llamados millenials, los jóvenes nacidos entre 1980 y 1990, está generando cambios importantes en las empresas, en las formas de trabajo, en las relaciones dentro de las organizaciones y sitúa a los responsables de comunicación interna ante un desafío: cómo hacer llegar sus mensajes a un público que responde a unos condicionantes específicos, que comparte otros valores y tiene otras prioridades muy diferentes a las de los empleados de generaciones anteriores.

La irrupción de los millenials ha empezado a cambiar el entorno de las organizaciones y lo cambiará todavía más en un plazo no muy lejano. Según un reciente estudio de Manpower Group, estos jóvenes empleados constituirán el 35% de la fuerza laboral en todo el mundo en 2020 (http://www.manpowergroup.com/millennials)

Valores como la diversidad, la flexibilidad, la cercanía son prioritarios entre los miembros de esta generación para quiénes la estabilidad laboral ya no es tan relevante. El trabajo para toda la vida, un concepto muy caro a otras generaciones anteriores ha pasado a un segundo término. Los jóvenes millenials cuentan con una buena formación, hablan idiomas, son conscientes de su valía y el concepto de carrera profesional es muy diferente al de antaño. Dinámicos, creativos, priorizan ocupaciones interesantes, atractivas, que les motiven, que les proporcionen estímulos adicionales.

La última encuesta anual sobre los Millenials que elabora la consultora Deloitte destaca que en 2020 dos de cada tres miembros de esta generación esperan haber dejado su actual empleo por otro mejor. En España más de la mitad de los entrevistados asegura que confía en encontrar otro puesto de trabajo en otra compañía diferente.  

Las apelaciones tradicionales de las empresas a sus empleados, más enfocadas en la importancia del esfuerzo y la construcción de una carrera a largo plazo, ya no satisfacen a estos jóvenes millenials, que dan más relevancia a la motivación y al horario que al sueldo y la estabilidad y que priman la flexibilidad laboral. Son conscientes de su valía y tienen ambición profesional, pero quieren también desarrollar planes personales. Además de hacer un esfuerzo para retener el talento de estos empleados, las empresas deberán desplegar estrategias de comunicación interna que tengan en cuenta las preocupaciones, necesidades y expectativas de este colectivo.

Nacidos entre 1980 y 2000, internet es el medio consustancial a la generación millenial, que se desenvuelve en el ciberespacio como pez en el agua. La hiperconexión y la instantaneidad en la comunicación son factores importantes. Para comunicarse con este público, los responsables de comunicación interna deberán primar elementos como la rapidez y la brevedad de las comunicaciones. Deberán fomentar el desarrollo de aplicaciones móviles, priorizar el uso de imágenes y videos y ser creativos a la hora de implicar a unos empleados a menudo dispersos geográficamente y con una enorme movilidad.

Los millenials quieren además participar y expresar sus opiniones. Los tradicionales esquemas de comunicación descendente ya no valen para un empleado que quiere hacerse oír pero que también necesita feedback, que aprecia la transparencia y la honestidad. La comunicación horizontal entre iguales, entre los miembros de un equipo, adquiere por tanto una importancia clave. Y hay que estimular y fomentar ese intercambio, afianzando esquemas colaborativos.

Los canales de comunicación interna han de ser interactivos, propiciar los comentarios, el intercambio de conocimientos y la colaboración e interrelación. El lenguaje ha de ser sencillo y directo.

Los millenials otorgan también mucha importancia a la cultura empresarial. Lejos del estereotipo de que no se comprometen, a esta generación finisecular les preocupa el respeto a la diversidad, la sostenibilidad y el medio ambiente. Defienden con ahínco valores como la solidaridad y determinadas causas sociales, como la lucha contra la pobreza, el fomento de la educación, etc. Por eso mismo, conectan con empresas que representan estos valores, los promueven y hacen algo por la sociedad. Los millenials prefieren trabajar en empresas con las que comparten valores, misión y propósito.

Desde este punto de vista, la transmisión de valores y el ejercicio de una política de Responsabilidad Social Corporativa han de ocupar un papel un papel preponderante en la estrategia de comunicación interna. Las empresas deberán hacer un esfuerzo para transmitir estos valores y hacerlo de forma creíble, con resultados, explicando cómo se concretan en la realidad.  Las declaraciones pomposas no son suficientes. Hay que predicar con el ejemplo.