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La comunicación en la era Trump: análisis del gran fenómeno mediático del siglo

MIGUEL PELLICER, PERIODISTA Y ANTROPÓLOGO Jueves 1 de marzo de 2018

En su libro ‘La Comunicación en la Era Trump’, el periodista y antropólogo Miquel Pellicer analiza las claves de la Trump Communication Machine, estudia el creciente fenómeno de las fake news, hace un repaso a las figuras más representativas del entorno mediático del presidente.

Jugueteos en los medios para promocionar sus proyectos; maltratos a los profesionales de la información en sus mítines cuando era candidato; vetos en la sala de prensa o tuits incendiarios contra los medios que no le son afines. Los matices de Trump contra la prensa. Una historia de amor y odio que empieza mucho antes de que, el 20 de enero de 2017, Donald Trump se convirtiera en el 45º Presidente de los Estados Unidos.  Para ello , el periodista se apoya en entrevistas a expertos como Pepe Cerezo o Antonio Gutiérrez-Rubí para entender el impacto global en los medios y en la opinión pública de un presidente que apuesta por una exposición permanente como forma de promoción.

 

Donald Trump, “un monstruo de la comunicación”

“Me fascina la ligereza con la que muchos medios de comunicación y analistas tratan a Trump”. Miquel Pellicer tiene claro que el presidente no es un tipo tan básico como se quiere hacer ver. Como auténtico estratega, controla los tiempos, los métodos y las formulaciones para conseguir aquello que se propone. Con un estilo provocador y teatral, utilizando la repetición de palabras y conceptos, con pausas dramáticas para enfatizar sus frases, Trump apela a la necesidad de la gente de escuchar la verdad pero de una forma sencilla y directa, en un mundo con problemas cada vez más complejos. Trump no es en absoluto un neófito en este mundo. Sabe usar las técnicas de marketing en cada momento. Pellicer lo define como un auténtico “monstruo de la comunicación”. “Trump está permanente enfocado en los medios de comunicación y en buscar complots perpetrados por los mismos medios, por los demócratas, por Hillary Clinton o por su antecesor, Barack Obama. Ha actualizado y ha modernizado el concepto de las cortinas de humo para distraer a los ciudadanos”.

Un veterano millennial

Trump considera que los medios de comunicación sociales son una buena forma de evolucionar el concepto de la telerrealidad con la que él está tan acostumbrado a trabajar (tras dirigir en la NBC  The Apprentice -‘El aprendiz’- durante 14 temporadas).

Para Trump, las redes sociales son una forma de relacionarse con sus seguidores que no está filtrada por los periodistas. “Trump ha sabido canalizar su potencia con un estilo propio y a través de unos canales particularmente interesantes, rompiendo moldes respecto a la comunicación política en los últimos tiempos. ¡Es un veterano millennial!”, afirma Pellicer. “Su maquinaria propagandística es un complejo entramado de big data, inteligencia artificial, redes sociales, estrategia de comunicación, una personalidad absorbente y una relación muy particular con los medios”.

La audiencia quiere a Trump…

Pellicer lo tiene claro: la audiencia quiere a Trump y su universo, y Trump sabe que hace aumentar las audiencias. Se multiplican las portadas de revistas y periódicos con su iconográfica imagen dorada. En plena campaña electoral, en marzo de 2016, Donald Trump había logrado un equivalente de alrededor de 1.900 millones de dólares en cobertura de noticias. Su rival,
Hillary Clinton, había conseguido 2,5 veces menos impactos (el equivalente a unos 750 millones de dólares). La exposición permanente en los medios es su forma de promocionarse. Algo que Donald Trump ya ponía en práctica 30 años antes de la aparición de las redes sociales.  “La creciente implantación del fenómeno Trump en la actualidad global ha tenido una
incidencia importante en el aumento porcentual de usuarios que se suscriben a noticias digitales. La maquinaria propagandística de Trump se ha convertido en un revulsivo para los medios de EEUU. Es el llamado “Trump bump”. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los subscriptores son anti-Trump, usuarios que han llegado para que el medio en cuestión se convierta en una especie de “institución contra el presidente”.

Trump es sinónimo de polémica y de mayores ingresos. Cada estallido del presidente contra los medios significa más “cash”. Trump usa su poder de atraer audiencias para obligar a los medios a romper con su misión de hacer que los poderosos rindan cuentas. Los obliga a relajar sus normas. La pregunta es: ¿hasta cuando? Miquel Pellicer tiene claro que no es algo sostenible en el tiempo. “Habrá vida más allá de Trump. Pasará el Mogul y el periodismo aún estará en pie”.

… y Trump quiere a los medios

“Malévolo, deshonesto, periódico moribundo, irrelevante, medio en declive”… son sólo algunas de las “perlas” de Trump contra el New York Times, un periódico que tantas veces usó para insertar publicidad propagandística en los años 80. Donald Trump ha sabido muy bien cómo relacionarse con los medios de comunicación; es algo que no ha dejado de hacer nunca. Sabe de su importancia y conoce perfectamente las dinámicas con las que se mueven las agendas temáticas. Algo de lo que saca tajada en una época de transición en los medios estadounidenses y, por extensión, de los medios globales. Hay quien afirma que la suya es una relación de amor-odio. Pellicer concluye que aunque ahora el presidente diga que son deshonestos, el enemigo del pueblo o que generan noticias falsas, Trump quiere a los medios. “Quizás los quiere tanto que los abrazaría hasta
ahogarlos…”

La Comunicación en la Era Trump

El libro supone un análisis exhaustivo de las tendencias de la comunicación  en un momento  clave, con Donald Trump como principal protagonista  desde sus inicios en el mundo de los negocios hasta su periodo en la Casa Blanca.  La Comunicación en la era Trump explica el choque frontal entre la maquinaria propagandística del presidente de Estados Unidos y los medios de comunicación, en un momento de constante cambio y nuevas oportunidades a nivel global. Más allá de los lugares comunes y de los mitos sobre Trump, este libro pretende encontrar respuestas para los tiempos de la posverdad, las fake news y el periodismo en tiempo real.

 

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