La Generación Z representa uno de los mayores retos para las marcas hoy en día. Aunque son nativos digitales y están hiperconectados, conectar con ellos va mucho más allá de utilizar su jerga o aparecer en sus plataformas favoritas. El nuevo informe de Trescom, “Marcas & Generaciones”, pone el foco en esta desconexión generacional y ofrece claves para establecer vínculos reales con este grupo tan exigente como influyente.
9 de mayo de 2025
Lejos de los enfoques publicitarios clásicos, el informe invita a las marcas a comprender mejor los valores que mueven a esta generación y a construir estrategias más auténticas. ¿Cómo lograrlo? La respuesta está en generar experiencias y contenidos relevantes, pero también en entender sus prioridades, sus códigos y su necesidad de participación activa. El estudio completo ya está disponible y ofrece una hoja de ruta práctica para cualquier marca que quiera conectar con la Gen Z sin caer en lo “cringe”.
Nuevas prioridades
Las prioridades de la Generación Z han evolucionado. Buscan marcas comprometidas con el impacto social y medioambiental, que hablen con honestidad y entiendan la salud mental como una preocupación transversal. Campañas como Spotify Wrapped, que ofrece una experiencia de personalización emocional, o “Official Boyfriend” de Reformation, protagonizada por Pete Davidson que rompió con los estereotipos de masculinidad tradicional al presentar una imagen más empática y consciente, demuestran que los mensajes conectan cuando reflejan con naturalidad los valores de autenticidad, diversidad y cercanía.
Nuevos espacios
A pesar de consumir horas de contenido online, la Generación Z no responde igual que otras audiencias a la publicidad. No se trata solo de estar en TikTok o Instagram, sino de entender cómo habitar esos espacios. Proyectos como Unwell Network, creado por Alex Cooper, la maestra detrás de Call Her Daddy, han sabido construir comunidades alrededor de contenidos significativos para esta generación. Desde podcasts hasta productos de consumo, Unwell ha entendido que para captar la atención de los jóvenes no basta con hablarles: hay que compartir su universo.
Nuevas relaciones
Ya no se trata de vender. La Generación Z busca marcas que escuchen, que actúen y que inviten a participar. Quieren sentir que forman parte de algo más grande, y esperan que las marcas les ofrezcan esa posibilidad. Aquí entra en juego un modelo como el de Revolve Clothing, que ha sabido crear una comunidad activa y aspiracional a través de microinfluencers, contenido generado por usuarias reales y eventos experienciales donde la marca se vive, no se vende. Su éxito está en haber entendido que para esta generación, comprar también es construir identidad.
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