miércoles, abril 24, 2024

Clipping y monitarización en la crisis: un gran momento para reinventarse

Segunda entrega de la serie de artículos en la que pedimos a las empresas de clipping y monitorización que reflexionen sobre cuál ha sido su contribución al sector en esta crisis. Publicamos aquí la reflexión de Alberto Gómez, Director de marketing y análisis de JP Media – Seguimedia.

20 de junio de 2020

Cuando comenzó todo, teníamos una mezcla entre estupefacción y congoja pero también envalentonamiento frente a lo pudiera pasar. No sabíamos lo que venía, pero venía. Y sin tenerlo claro en un principio, nos dimos cuenta de que estábamos más preparados que nunca para afrontar una situación empresarial y humana sobrevenida e inédita como la que luego llegó.

Nos fuimos todos a casa

En JP Media – Seguimedia llevábamos tiempo reorganizando las formas de trabajo, experimentando distintas fórmulas de conciliación y teletrabajo y con un sistema cien por cien virtualizado y en la nube. Esto nos permitió que, en un solo día, desde que se tomó la decisión de mandar a todo el equipo en distintas sedes de España a trabajar a casa, estuviéramos listos para seguir trabajando desde nuestros domicilios como si tal cosa.

Si nos dicen esto hace unos años no nos lo creemos. En un día tener a todo el mundo trabajando desde casa y sin una sola incidencia. Para ser justos, nuestra mayor dificultad, si es que fue tal, fue el engorro de mandar equipos de sobremesa a casa de algún trabajador porque no disponíamos del cien por cien de los equipos portátiles.

Al día siguiente toda la producción, tecnología, que jugó un papel crucial para dar este paso, nuestro departamento comercial, marketing y análisis, administración… todos estábamos trabajando más que cualquier otro día en la oficina.

Fuimos la primera empresa de todas las que conocemos y con las que trabajamos, que trasladó toda su actividad a casa desde el primer momento.

Rendimos al doscientos por ciento

Y es que para muchos la situación tan compleja, unida al temor general existente en la sociedad en ese momento, la incertidumbre y la novedad del reto al que nos enfrentábamos, hacían que de algún modo, el trabajo fuera nuestro salvoconducto para mantenernos ocupados y evadirnos mentalmente de la terrible locura que estaba sucediendo fuera.

El equipo ha tenido una respuesta de diez. Impresionante.

Transmitir tranquilidad

Lo primero que hicimos la dirección y la cadena de mando, una vez con todo el equipo en casa, fue transmitir tranquilidad y apoyo a todos. Tanto a nuestros clientes y stakeholders, como a los propios empleados. Unos, para que supiesen que el servicio iba a ser igual que siempre o mejor, como así fue. Otros, para que supiesen que la compañía es sólida y no había nada de qué preocuparse. Y que nuestros empleados supiesen que eran más necesarios que nunca, esto es algo que en momentos así, acrecienta el sentimiento de pertenencia a la empresa. Esta coordinación fue imprescindible.

Nos convertimos en un servicio esencial

Ante una situación de máxima incertidumbre para las empresas y una necesidad más grande que nunca de información seleccionada y de calidad, para muchos clientes hemos sido la nota diferencial para su propia gestión de crisis. Además, en vista de que su imagen y presencia de marca en los medios en algunos casos era casi nula por el tsunami informativo y monográfico del coronavirus, las empresas necesitaban saberlo todo sobre su sector, las medidas del Gobierno que les concernían y las que estaban tomando otras organizaciones.

También, estar observantes ante la creatividad de las empresas que se había disparado ante esta situación y habían tenido que adaptarse o reinventarse totalmente.

Nuestro granito de arena

Además de adaptar nuestra producción y nuestro servicio al cliente poniendo a su disposición de forma gratuita algunos de nuestros servicios adaptados a esta crisis, decidimos poner a nuestro equipo a trabajar para crear una newsletter diaria y gratuita que ofreció durante los dos primeros meses de estado de alarma, información seleccionada, relevante y contrastada además de un resumen de prensa de alto valor elaborado por especialistas que daba una visión aséptica y rigurosa de lo acontecido y publicado las últimas veinticuatro horas todos los días de la semana y festivos.

Entendimos que era una forma más de ayudar a nuestros clientes y públicos a asimilar, entender y digerir el ingente torrente de información, muchas veces contradictoria, que se publicaba en los medios.

La aceptación fue abrumadora y recibimos muchas muestras de gratitud que se tradujeron en una gran satisfacción para nosotros.

Oportunidad y nuevos proyectos

Si de algo nos ha servido esta experiencia tan difícil para todos, ha sido para tomar decisiones rápidas que quizá en otras circunstancias nos habrían costado más.

Hemos aprovechado el impulso para hacer beta-test de nuestros últimos desarrollos que pronto estarán en el mercado, y también hemos acelerado el lanzamiento de una nueva línea de negocio con un nuevo motor para el análisis de reputación online que es uno de nuestros mayores logros en toda esta experiencia.

Tal ha sido la vorágine de trabajo en el que nos hemos sumergido estos meses, que no sólo hemos tenido a toda la plantilla trabajando sin descanso, sino que hemos tenido que ampliarla en varios departamentos. Se ha hecho además la mayor inversión de los últimos años  para acometer todos los proyectos con miras a la internacionalización con el apoyo del grupo IFAT al que pertenecemos.

¿Qué hemos aprendido?

Hemos aprendido que somos una empresa totalmente virtual y tecnológicamente puntera.

Hemos aprendido que, en momentos de crisis, la creatividad se dispara, la capacidad de trabajo se hiper desarrolla y que la resiliencia es mucho más que una bonita palabra castellana.

Hemos aprendido que somos más productivos cuando conciliamos, y en la medida que conciliamos, estamos más comprometidos con el proyecto y con nuestros clientes, con los que tenemos una relación estrecha de muchos años y en muchos casos de más de una década.

Hemos aprendido que el presentismo no es necesariamente sinónimo de la buena empresa y también lo importante que son las relaciones sociales en todas las esferas de la vida.

También hemos aprendido, lejos de todo tópico, que en momentos difíciles hay personas que se vuelven imprescindibles y que suman y son sin duda, las que más debemos cuidar tanto en la vida, como en la empresa.

Conclusión: somos optimistas

Nuestra conclusión es optimista. Sin olvidar el trauma social y el drama vivido por todos, hemos de aprovechar lo aprendido. Si de algo ha servido esta experiencia es que nos ha permitido parar, pensar y fijar nuestras prioridades. Ahora lo prioritario es no olvidarlo y seguir avanzando.


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