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Plan de Reputación Personal para combatir la ‘Pena del Telediario’

JUAN MARCOS VALLEJO GARCÍA, DIRECTOR DE TRIADA COMUNICACIÓN Martes 18 de junio de 2013

Algunos personajes públicos se ven envueltos en situaciones judiciales de las que luego resultan absueltos. Pero mientras todo esto ocurre, su reputación profesional y personal corre el riesgo de irse al traste. Para combatir la llamada ‘pena del telediario’, Juan Marcos Vallejo García, Director de Triada Comunicación, aconseja poner en marcha un plan de reputación personal.

Malversación, apropiación indebida, cohecho o prevaricación, son términos del ámbito jurídico que se han hecho desgraciadamente populares en los últimos tiempos entre los ciudadanos, aunque para la mayoría no haya sido hasta ahora cuando ha conocido su significado gracias, sobre todo, a los medios de comunicación, que han aireado el nombre de muchos políticos, empresarios, directivos o altos ejecutivos, responsables de supuestos casos de graves irregularidades en su gestión política o empresarial.


Como consecuencia de ello, la imagen y reputación profesional y personal de estas personas se ve maltratada por una opinión publicada que, por reiteración y propagación en radio, televisión, prensa escrita, medios online y redes sociales, va condicionando y conformando una opinión pública negativa cuando no hostil que, no pocas veces, las condena sin esperar siquiera a la finalización de las investigaciones, la aclaración de lo ocurrido, la celebración de un juicio o el dictado de la correspondiente sentencia que determine su inocencia o culpabilidad.


Es en ese momento cuando la persona afectada se verá sometida a la denominada “pena del telediario” y a un juicio social sumarísimo, donde su actividad profesional y su vida personal serán literalmente diseccionadas en muchas ocasiones por “expertos”, tertulianos o periodistas que a pesar de contar con un discutible bagaje profesional, tienen cierta credibilidad social y un apoyo mediático más o menos importante que utilizan como altavoz y plataforma desde las que lanzar sus soflamas, creando corrientes de opinión capaces de destrozar la imagen y reputación de una persona, dando pleno significado a la expresión “calumnia que algo queda”, tal y cómo podemos ver en la actualidad en algunos casos de especial repercusión social y mediática por la relevancia de los afectados.


En estos momentos de crisis económica y de pérdida de credibilidad institucional en nuestro país, estas situaciones se dan muy a menudo como consecuencia de la hipersensibilidad social existente que, en muchos casos, tiende a generalizar de forma indiscriminada supuestos comportamientos delictivos o irregulares.


Como consecuencia de todo esto, el daño causado a las personas puede ser muy grave y condicionar en gran medida tanto su futuro profesional como personal o familiar, y es ahí donde se hace preciso contar con profesionales y expertos que sepan por un lado gestionar estas situaciones de crisis y por otro, desarrollar las estrategias de comunicación personal oportunas que contemplen los diversos escenarios, para implementar en tiempo y forma las medidas adecuadas para, una vez superada la fase crítica, sentar las bases de una nueva etapa dedicada a la recuperación de la imagen, la reputación y la credibilidad personal dañada, o en algunos casos perdida, a través de un plan de relaciones públicas hecho a medida como es el ofrecido por Triada Comunicación con su servicio Personal PR.


Este es un servicio concebido para adaptarse a las peculiaridades e intereses específicos, personales y particulares de la persona, de acuerdo a su entorno y sus necesidades y que, por tanto, engloba no solo actuaciones específicas de comunicación y relaciones públicas, sino también otras relacionadas con la comunicación emocional que permitan a la persona vehiculizar sus emociones, muchas de ellas encontradas por la gran tensión sufrida, y rentabilizarlas para superar la situación y reconstruir la imagen y reputación dañadas.


Todo ello con el objetivo de que no se den situaciones injustas como las padecidas por personas en nuestro país que tras dimitir o ser juzgados y ser eximidos de responsabilidades o ser declarados inocentes, vieron como su vida, su carrera política, profesional o social fueron arruinadas, tal y como le ocurrió por citar algún caso, al expresidente de la Junta de Castilla y León, Demetrio Madrid, quien en 1986 tuvo que dimitir como consecuencia de un proceso judicial relacionado con su antigua empresa del que salió absuelto, pero que supuso el fin de su carrera política.


Por tanto, es preciso que para la recuperación de la imagen perdida se cuente con un plan de comunicación y relaciones públicas adaptado a las peculiaridades personales del afectado, su actividad profesional y su entorno social. Que cuente con un experto asesor que le guie por ese proceloso camino que le llevará a superar personal, social y profesionalmente la crisis vivida.


Para diseñar, desarrollar e implementar ese plan se deberán tener en cuenta una serie de parámetros que impedirán que puedan quedar cabos sueltos tanto en su planificación como en su posterior puesta en marcha. Someramente, estos son algunos de los puntos esenciales de ese plan:


– Planificar con detalle una estrategia marco sólida, creíble y adaptada por entero al interesado, que contemple además de los pasos a dar, el tiempo estimado y los momentos en los que estos deberán hacerse, de acuerdo a la sucesión de los acontecimientos, pues el camino a recorrer será largo.

 

– Fijar de manera muy clara los ámbitos de actuación en los que esté interesada la persona afectada, pues lógicamente cada uno de ellos requerirá una respuesta adaptada. Me refiero por ejemplo a medios off y online, sectores profesionales, etc.

 

– Creación de un discurso creíble y racional dirigido a los diferentes públicos que sean de interés, donde se contemple entre otras cosas, el valor o valores que se pretender divulgar a través de mensajes muy estudiados.

 

– Diseño de aquellas herramientas que puedan contribuir a la consecución de los objetivos, como es el caso de la formación, que orientada estratégicamente a fortalecer aquellos puntos débiles del interesado, le permitirá una mayor autonomía y capacidad de actuación.

 

–  Entrenar al interesado a través de seminarios de coaching en comunicación emocional, en todo aquello relacionado con el desarrollo de sus capacidades emocionales y habilidades sociales, para que sea capaz de gestionarlas y poder comunicar de manera positiva y eficaz, sobre todo en momentos de especial tensión que pueden provocar un alto grado de estrés emocional.

 

Con planes como Personal PR, hecho por y para la reputación personal, se podrán superar esas situaciones excepcionalmente críticas que dañan, de manera muchas veces irreversible, la imagen y reputación de aquellas personas que se han visto cuestionadas injustamente. 

 

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