sábado, abril 20, 2024

Impacto de 3 años teletrabajando en una agencia de comunicación: el caso de Art Marketing

ARTÍCULO DE BEATRIZ DE ANDRÉS (ART MARKETING). En Art Marketing llevamos trabajando la llamada “conciliación” desde 2001. En aquella época se trabajaba viernes por la tarde, y muchos sábados por la mañana…  No se había oído hablar de política de luces apagadas, y lo normal era que los clientes te llamaran a cualquier hora, porque había que estar disponibles, y en la oficina, o parecería que no se era eficiente.

Por Beatriz de Andrés, CEO & Founder de Art Marketing, 31 de diciembre de 2022

En 2006 comenzamos a teletrabajar de forma muy burda. Sin normas, de forma eventual… teníamos que ir creando reglas que iban acomodando cada cierto tiempo, según las casuísticas de cada persona y en un marco que fuera cómodo y justo para la empresa y para los empleados.

Cuando llegó 2020 estábamos bastante acostumbradas a teletrabajar, aunque nunca había pasado que estuviéramos toda la plantilla en simultáneo. A eso nos obligó la pandemia, pero nos adaptamos muy rápido.

En el verano del 2020, hicimos la reflexión de si queríamos seguir indefinidamente en el modo teletrabajo o volvíamos a la oficina y se decidió por unanimidad que nos quedábamos en casa.

Es verdad que somos una pyme y trabajamos con muchas multinacionales, clientes a los que hemos visto una vez, o ninguna, y llevamos muchos años llevándoles su marketing en España, sin vernos las caras. Eso nos mantuvo desde nuestros inicios muy receptivas a cualquier tecnología que nos permitiera trabajar en remoto y  que nuestra actividad estuviera ya muy digitalizada cuando todo esto del COVID empezó y que las personas estuvieran acostumbradas a trabajar con los clientes a la distancia.

Pero estos 2 años de teletrabajo TOTAL es otra cosa, y debo decir que el balance es muy positivo.

En una encuesta realizada al equipo recientemente el teletrabajo se posiciona como un valor determinante en su satisfacción y en la fidelidad hacia la empresa.

Hay muchos aspectos que valoran los empleados, y otros la empresa, pero me centraré en solo uno que es fundamental (y que sería común a cualquier empresa que implantara el teletrabajo): la eliminación de los traslados.

Este cálculo se ha hecho en una plantilla de 4 personas, en una ciudad como Madrid. Le invito a que haga las reglas de tres con el número de empleados de su propia empresa, extrapole a sus circunstancias locales y saque sus conclusiones personales.

Estamos eliminado un promedio de 30,7 horas al mes por los traslados de ida y vuelta cada persona al mes.

Según el salario mínimo interprofesional en España a día de hoy ese tiempo perdido en traslados supondrían (si fuese tiempo pagado) para cada trabajador 127,99€ al mes

123 horas de trayectos por 4 personas al mes supone una productividad equivalente a 511€ mínimos mensuales (usando como indicador el salario mínimo, que no es lo que ganan los perfiles de nuestro sector)

Solo como curiosidad si llevamos a un país de 20 millones de personas trabajando, solo en trayectos de ida y vuelta a la oficina, se están perdiendo (o dejando de ingresar con trabajo efectivo) más de 2.600 millones de euros ¡cada mes!

En nuestra empresa de 4 personas se han dejado de hacer 22.320 kilómetros al año.

Con una media de consumo de 5,6l/100, hemos dejado de consumir 1.249 litros de combustible (y que cada uno haga la multiplicación por el precio del litro en su país)

Considerando un vehículo medio, la huella de carbono equivalente a esos traslados son 7.72 toneladas de CO2 ¡al año!

Con el teletrabajo se cuida:

  • Del medioambiente
  • Del tiempo de los empleados y de sus familias
  • De la alimentación de los empleados y sus familias
  • De su crecimiento personal y sus aficiones
  • Del estrés
  • Del planeta
  • De la economía, propia, de la empresa, y del país

El teletrabajo nos permite emplear lo más valioso que tenemos que es nuestro tiempo, en cosas mucho más agradables, motivadoras y de crecimiento personal que estar metidos en un coche en un atasco cada mañana y cada tarde.