jueves, mayo 2, 2024

Comunicación en el deporte: la evolución desde la crónica deportiva al streaming

ARTÍCULO DE VÍCTOR BASTARÓS / Es innegable el gran poder que tiene el deporte como parte ya indisociable de la industria del entretenimiento. Desde lo más tradicional hasta lo más extravagante, el deporte ha llegado a mutar para adaptarse a la demanda cambiante de un público nuevo, que reclama una oferta mucho más interactiva y espontánea, similar a otros productos que compiten por hacerse con su tiempo libre.

Por Víctor Bastarós, Corporate Consultant en MARCO / 24 de noviembre de 2022

Hace unos meses fuimos testigos de uno de los eventos más revolucionarios de los últimos años en el sector de la comunicación y el deporte, y es el hecho de que un combate amateur, realizado por youtubers y famosos (no necesariamente vinculados con estas actividades), haya tenido un seguimiento masivo, frente a otros combates o eventos deportivos profesionales. Y no solo eso, sino que esto haya ocurrido a través de una plataforma tan inédita y transversal como está siendo Twitch.

Hablamos de datos de audiencia en directo y una relevancia en conversación online y tráfico en redes, que supera con creces muchas emisiones regulares en televisión abierta.

El nombre de Ibai Llanos se ha convertido en una gran palanca para muchas compañías, gracias a la gran comunidad de habla hispana que le sigue. Y esto no es nada nuevo, ya que hace algo menos de un año, fue el primer “medio” español en entrevistar a Messi en su presentación oficial con el PSG. Esta entrevista despertó críticas y acusaciones de intrusismo profesional por parte de algunos periodistas y medios tradicionales.

Más allá del debate, los números y datos de seguimiento son incontestables, por lo que la cuestión actualmente está en hasta qué punto entretenimiento y periodismo deportivo van de la mano, e incluso se retroalimentan. El deporte, entendido como industria de entretenimiento, compite con una oferta masiva de contenidos inimaginable hace tan solo unos años, y a un solo click de distancia. Es por tanto razonable ver cómo incluso aquellos profesionales más escépticos inicialmente han abierto sus propios canales y colaboran con otros creadores de contenido, no solo vinculados al mundo del deporte, sino también a otras áreas de entretenimiento.

Plataformas como Twitch o YouTube han llegado para cambiar una realidad: la caída en las audiencias tradicionales. Y el periodismo deportivo ha bebido mucho de este cambio de modelo de consumo. Se trata de una apuesta por nuevos medios y recursos de difusión, pero también la diversificación de lo que se conoce como «deporte». Ya no solo hay cronistas deportivos que narran un partido o analizan la jornada en crónicas vespertinas o en tertulias de medianoche que acompañan a miles de radioyentes al irse a la cama.

Esta nueva tendencia dio primero el salto al audiovisual, con programas como El Chiringuito, donde se moldeaban los llamados límites entre periodismo deportivo, espectáculo y otros géneros al servicio del entretenimiento. Pero el salto de TV al online se ha producido con tal rapidez que muchos aún lo están tratando de asimilar, sin entender que muchos de estos contenidos se nutren mutuamente. Tanto es así que mundos supuestamente tan alejados, como por ejemplo los e-Games, abren la puerta a nueva oferta de público en la que los periodistas deportivos tradicionales se han adaptado y evolucionado profesionalmente.

El sábado 2 de julio se celebra el Día Internacional del Periodista Deportivo, y es una ocasión perfecta para mostrar cómo deporte y medios de comunicación están evolucionando para transformar la oferta deportiva como un espectáculo de masas, incluso aquellos sin un seguimiento masivo hasta la fecha.

El hecho de que el deporte sea ya un espectáculo no es ninguna novedad. Solo hace falta evocar la inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 o cualquier ceremonia de la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA. La cultura americana es el mejor ejemplo de esto. Todos los años vemos cómo la Super Bowl mueve a millones de espectadores y se convierte en uno de los momentos más vistos del año en todas las televisiones americanas.

La publicidad sabe dónde está la visibilidad y las marcas dónde deben poner su dinero. Así, los anuncios de los descansos de la Super Bowl, o los conciertos que suelen realizarse en mitad de los partidos, están catalogados como las acciones publicitarias más caras del año gracias a toda la visibilidad que consiguen las marcas patrocinadoras.

Anteriormente, un periodista deportivo tenía el objetivo de informar, analizar y, en determinados formatos, opinar sobre eventos o la actualidad del sector, pero con el tiempo se fue convirtiendo en líder de opinión, siendo influyente tanto para comunicación de marcas, así como valores e ideas que trascienden a otras esferas. No en vano, José María García llegó a ser el periodista mejor pagado del país cuando la radio era el medio más seguido. Por lo tanto, si un simple transistor mantenía pegados a millones de personas, ¿por qué va a resultar raro que lo haga toda una oferta audiovisual, multiplataforma y con la posibilidad de interactuar en vivo?

Desde MARCO lo tenemos muy claro. Clientes como DAZN son gestionados desde entretenimiento, donde también se gestionan cuentas como Audible, Prime Video o Snapchat. Y no es casualidad. El deporte se ha convertido en un nuevo contenido de consumo, y las plataformas donde se retransmiten se ha convertido en una pieza clave.

El mundo de la comunicación debe evolucionar al mismo ritmo que lo hacen los hábitos de consumo de información y entretenimiento. La adaptabilidad del sector es la clave de esta evolución estratégica, basada en escuchar de forma activa, respetar al público y lograr enganchar a la audiencia, sin dejar atrás los valores principales tanto del deporte como del periodismo. Esta es una exigencia bidireccional que, como consumidores, debemos exigir tanto a periodistas tradicionales que se abran a estos nuevos canales, como a aquellos nativos digitales que incluyan el seguimiento de la información deportiva entre su oferta de contenidos.