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Comunicación de crisis: Tomar la iniciativa en el “Caso Nóos”

JUAN MARCOS VALLEJO GARCÍA, DIRECTOR DE TRIADA COMUNICACIÓN Martes 5 de febrero de 2013

La crisis generada por el denominado “Caso Nóos” o el tema Urdangarin, aumenta cada día (y lo que te rondaré, morena), sin que la Casa del Rey asuma la iniciativa para anticiparse a los diferentes escenarios que pueden abrirse en los próximos días, semanas y meses y al comportamiento de los distintos protagonistas.

Si hay un principio básico en la comunicación de crisis, es precisamente prever lo que puede pasar y anticiparse a los diversos acontecimientos que en el desarrollo de una crisis puedan darse, para así diseñar y planificar las estrategias de actuación y comunicación necesarias encaminadas a mitigar en la medida de lo posible, los efectos negativos que puedan dañar a la imagen y la reputación. Si esto es de aplicación elemental en cualquier empresa o institución, se convierte en vital si de lo que estamos hablando es de la Casa Real de España.

 

En este sentido, creo que la actuación de la Casa del Rey es manifiestamente mejorable, porque está yendo, al menos es lo que transmite, a remolque de los hechos. Reacciona con retraso en unos casos, mientras que en otros no valora el alcance de determinados gestos. Sólo así se puede entender por ejemplo, que hayan tardado meses en suprimir de la web oficial el perfil de Iñaki Urdangarin o permitirle que visite públicamente, acompañando a miembros de la Familia Real, a Su Majestad en el hospital tras la última operación de cadera, cuando esa visita podría haber tenido lugar perfectamente en Zarzuela, con carácter familiar y privado, para evitar aumentar innecesariamente el perfil de la crisis.

 

A esto se une que Urdangarin sigue ostentando el título de duque consorte de Palma de Mallorca y el tratamiento de excelencia, título y tratamiento a cuyo uso debería haber renunciado, lo mismo que el secretario de la Infantas, Carlos García Revenga, debería haber dimitido inmediatamente tras ser imputado por el juez. En ambos casos, dado que ellos no han tomado esas decisiones para preservar en la medida de lo posible la imagen de la Casa Real, debería ser ésta la que actuara, y si puede ser hoy mejor que mañana. No se entiende que se mantenga en el cargo al secretario hasta su declaración, o veamos a Urdangarin acudiendo a juicio como duque.

 

Estas serían algunas de las decisiones que habría que tomar, que aunque puedan ser dolorosas en el terreno personal, son importantes para transmitir responsabilidad en la gestión de la crisis.

 

Sólo con una previsión estratégica de las diferentes situaciones que pueden darse en el desarrollo de esta crisis, anticipándose en la medida de lo posible a los hechos y tomando algunas decisiones por duras que sean, se conseguirá salir airoso de esta situación. Porque la ciudadanía debe tener muy claro que una cosa son las presuntas actuaciones irregulares del Duque de Palma de Mallorca, y otra muy distinta, la actividad de la Corona que es pese a esta crisis la institución que mejor funciona y sirve a los españoles, con Su Majestad el Rey a la cabeza.