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Cómo trabajan los paparazzi: qué debes saber si te relaciones con estos profesionales

Puede que alguna vez tengas que trabajar para una marca o un cliente en la que haya implicado algún paparazzi. Se trata de algo habitual para los profesionales de RR.PP. que trabajen en sectores o campañas en las que formen parte algún famoso o personaje de cierta notoriedad en la crónica social. Pero también si trabajas para empresas que estén envueltas en alguna polémica política o corporativa. Aquí tienen algunos consejos.

Por Redacción, 5 de octubre de 2020

Los paparazzi son un tipo de profesionales que tienen unas formas de trabaja muy específicas. En el libro La economista en el burdel, de Allison Schrager, aparece un capítulo en el que se desarrollen algunas técnicas de trabajo de los paparazzi, así como algunas peculiaridades de su situación laboral que te gustará conocer. Aunque se refiere a los paparazzi de Estados Unidos, seguro que existen ciertas similitudes respecto a sus colegas españoles. Te ofrecemos un extracto del mismo.

“En la entrada del apartamento de [la modelo] Gigi Hadid conozco a Santiago Báez. Trabaja de reportero desde principios de los 90 (…) Cámara en mano, ha sido testigo de cómo se airean aventuras extramaritales, cómo nacen bebés o nuevos amores, o cómo rompen relaciones algunos de los habitantes más famosos de la ciudad [Nueva York]. (…)

Unos días unos días después de conocernos frente al apartamento de Gigi, nos volvemos a encontrar para atisbar a Alec Baldwin con su mujer, Hilaria. Le han chivado a Báez que piensan irse a los Hamptons y que planifican renovar los votos matrimoniales. Como explica el fotógrafo, una imagen de un famoso que implique una noticia vale más que una instantánea de cuando sale a pasear (…)

Báez llegó a Nueva York desde la República Dominicana (…). En 1991 conoció a un viejo fotógrafo francés que había ganado una pequeña fortuna vendiendo fotos subidas de tono de Sarah Ferguson (…) Le recomendó que dejara su trabajo y que se dedicara a la fotografía a tiempo completo (…) Le enseñó el oficio, dónde colocarse, cómo enfocar la cámara, cómo esconderse, qué lentes usar y las reglas de oro de la fotografía de famosos: 1) no permitas que te vean, y 2) si te ven, no les dirigen la palabra a menos que ellos lo hagan primero.

Fuera del apartamento de Baldwin, Báez me enseña cómo poner en práctica sus habilidades: el lugar exacto en el que colocarse si Baldwin sale de su domicilio y el ángulo adecuado en el que sostener la cámara. Nos preparamos para cumplir la primera regla de la fotografía pararazzi: buscamos un lugar en el que escondernos detrás de un contenedor de basura o a la vuelta de la esquina, puesto que no queremos que Baldwin nos vea. Cuando un famoso mira a cámara, la ilusión se resquebraja. Las mejores fotos son las que les pasan desapercibidas. No debe haber nada que se interponga entre el personaje y la cámara, tiene que verse el rostro de Baldwin y no incluir a otras personas. Lo más probable es que solo dispongamos de unos segundos para tomar la foto perfecta.

Con un conocimiento enciclopédico de las residencias de los famosos en Nueva York, Báez posee una red de choferes, camareros y dependientes que lo llaman para informarle de dónde se encuentran las estrellas. Con frecuencia, el chivatazo lo dan los mismos famosos por las redes sociales: con la esperanza de que los sigan, alerta al público (sobre todas a los fotógrafos) de sus movimientos. En otras ocasiones (…) si un famoso quiere que le fotografíen, su representante llamara a la agencia y está enviara a Báez.

Algunos fotógrafos se especializan en famosos concretos. Por ejemplo, Báez solía seguir a Isabella Rossellini y a John F. Kennedy Jr. durante los 90. La especialización puede ser una buena estrategia, porque así el fotógrafo aprende los horarios del famoso en cuestión, lo cual aumenta las probabilidades de obtener una buena foto. También se pueden gestionar las fotos para no inundar el mercado. Pero el mercado para las fotos de ciertos famosos puede desaparecer: es lo que ocurrió con Paris Hilton y, con ella, también desapareció el valor de conocer sus horarios .

La mayoría de las fotos no valen mucho, pero una buena instantánea de un recién nacido coma de una famosa besando a su nuevo amor o de una boda puede cambiar la fortuna de un fotógrafo. Y esto, básicamente, depende de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. El elemento de la suerte y el momento provoca que los ingresos de un paparazzi sean extremadamente arriesgados, porque son muy variables e impredecibles (…)

Dado que las mejores fotos se consiguen estando en el lugar adecuado en el momento adecuado, los fotógrafos con frecuencia forman equipos o alianzas para compartir chivatazos y, a veces, los ingresos, para aumentar las probabilidades de estar donde conviene estar (…)

La fiebre del oro de los paparazzis

El precio de la instantánea de un paparazzi lo determina un puñado de personas como Peter Grossman, el editor de imágenes de Us Weekly entre 2003 y 2017. Grossman no trabajaba directamente con paparazzi. Un fotógrafo como Báez vende las fotos a una agencia que está en contacto con editores como Gossman. El fotógrafo recibe entre un 30 y un 70% de los derechos de las imágenes, dependiendo de cada persona y del trato que tenga con la agencia. Cuanto más veterano, capaz y talentoso sea, mejores condiciones obtendrá, lo cual a menudo implica que venderá sus fotos a una sola agencia. Pero los paparazzi a menudo traicionan está exclusividad vendiendo fotos bajo nombres distintos (…)

Grossman me explicó que uno de sus mayores triunfos fue una serie de fotografías de la actriz Kristen Stewart, que por entonces salía con el actor Robert Pattinson, abrazando apasionadamente a Rupert Sanders, el director casado de Blancanieves y el cazador, una película que protagonizaba la actriz. Un día de 2012, un grupo de paparazzi la vio salir de su gimnasio en Los Ángeles. Eran fotos convencionales que no valían mucho. Cuando se subió al coche todos se fueron, pero uno de ellos decidió seguirla. se dio cuenta de que, en lugar de ir a casa, se metió en un aparcamiento y se encontró con un hombre que no era su novio. El fotógrafo supo que había descubierto una mina mientras hacía las fotografías. Su agente estaba tan entusiasmado que mandó despertar a Grossman en plena noche. Le dijo que tenía la bomba más grande de su carrera. Grossman asegura que pagó por ellas una cantidad de 6 cifras. Fotos como este solo aparecen una vez cada generación.

Grossman fue el responsable del éxito de las imágenes de Just Like Us. El 1 de abril de 2002, Us Weekly publicó por primera vez la serie semanal ‘Estrellas: son como nosotros’, en la que aparecían famosos durante su vida cotidiana, tomando café o poniendo gasolina. Antes de eso, las fotos de la vida diaria no tenían mucho valor, pero Us Weekly humanizó a los famosos representándolos de forma menos glamurosa. Al público le encantó, y pronto un montón de revistas empezaron a publicar este tipo de imágenes, de forma que se acabó con lo que en la industria se conoce como los años de la fiebre de oro, el momento culminante de Paris Hilton, Britney Spears y Lindsay Lohan.

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