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¿Trabajas con la agencia de comunicación que más conviene a tu empresa?

SILVIA ALBERT, DIRECTORA DE SILVIA ALBERT IN COMPANY Lunes 23 de septiembre de 2013

Silvia Albert, directora de Silvia Albert in company, publica en su blog un interesante post titulado ‘Pistas para saber si tu agencia de comunicación funciona’. Ofrecemos aquí un extracto del mismo.

Silvia Albert comienza su post diciendo que “por desgracia, todavía hay mucho desconocimiento en torno a los servicios profesionales de comunicación que una empresa debe recibir” y que “la clave de una buena agencia está en que sus clientes duerman tranquilos porque hay alguien que vela por su reputación”. Las tres sencillas pistas que ofrece para chequear si cuentas con la agencia que necesitas son las siguientes: 

 

(1) Te quita trabajo, no te lo da. Una agencia de comunicación como es debido debe ser tu mejor aliado (…) no una mera máquina de obedecer órdenes cuando tú las emitas (y si no las emites, no hay nada que hacer). Si parte de tu jornada laboral es saber qué está haciendo la agencia o comprobar que lo que hace es correcto, mal asunto (…) Una agencia de comunicación tiene que ser proactiva, estratégica, resolutiva y profesional. Tu tranquilidad es tan necesaria como tu salud. 

 

(2) Si dice que ofrece un servicio, que demuestre que lo hace. (…) Ahora, con el boom de las redes sociales y demás psicodelias comunicativas las agencias parecen hacer de todo y por su orden. Si hablan de relación con medios, que sean periodistas; entenderán mejor a sus compañeros. Si ofrecen comunicación online, comprueba que sus empleados son conocidos en el sector, que tienen voz y reputación; si hablan de gestión de redes sociales, analiza su marca digital y su presencia en redes. Es curioso observar como en agencias que ofrecen estos servicios, muchos de sus empleados, empezando por sus directivos, no están en redes sociales (…) 

 

(3) Si una agencia te ofrece un presupuesto muy inferior a lo que tú cobrarías (por muy bien que le venga a tu presupuesto) mal asunto. Una cosa es que la crisis nos obligue a apretarnos el cinturón (a todos, por cierto) Otra muy distinta es comprar “duros a pesetas”. No sólo en el mundo financiero ocurre que la gente va de listilla y compra productos con una remuneración imposible en unas condiciones de mercado como las actuales. Luego viene el fracaso de grandes consecuencias. No seamos inocentes: si pagas por una birria, tendrás una birria.

 

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