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Organizador de eventos: una profesión para gente empática

JUAN LUIS GONZÁLEZ, DIRECTOR DE SERVICIOS AL CLIENTE DE POP IN GROUP Jueves 27 de abril de 2017

Hay dos aspectos que cualquier profesional de los eventos debe tener integrados como ADN para ser parte del presente y futuro del sector. 

Son capacidades fundamentales y sin ellas el resto de aptitudes quedan en la sombra, incluso a nivel personal:

 

Actitud positiva.

 

Los clientes nos contratan porque transmitimos emociones positivas. Esto tiene que ver con la pasión y las ganas que le ponemos a nuestro trabajo y además con la actitud.

     

    Puedes ser caro o barato, puedes ser más o menos creativo, pero no te puede faltar actitud y ganas.

     

    Sonreir y tomarte los problemas como retos hace este trabajo apasionante y le pone a tu vida ese punto de pimienta, esa chispa que te hace sentir vivo.

     

    Seguro que al igual que yo todos en algún momento hemos tenido algún conocido o familiar negativo, alguien que siempre ve el vaso medio vacío y que tiene para todo un NO por respuesta. ¿Cuánto tiempo le habéis dedicado? Pues poneros en la piel de un cliente que además no tiene lazos familiares ni de amistad con la agencia, a la que le une solo una relación laboral…Bastante complicado es su día a día como para que encima contrate a alguien que en lugar de soluciones, tenga un NO y una cara triste como respuesta.

     

    Empatía.

     

    Es algo que debemos practicar normalmente para mejorar nuestras relaciones y para progresar a todos los niveles. Enfocado al cliente empatizar supone entender e interiorizar desde la recogida del briefing sus necesidades, qué espera de nosotros, qué imagen quiere que se lleven sus clientes /asistentes al evento, etc. Al final lo que desea nuestro cliente es algo tan básico como que nos preocupemos y prestemos al menos la misma atención que él está prestando al proyecto.

       

      La empatía nos va a hacer mejores “comerciales”, ya que conlleva la escucha activa, y el intentar dar soluciones para solventar problemas y va a mejorar nuestro “sentido común”.

       

      Si contamos con estas dos premisas fundamentales, nuestra formación y nuestra experiencia nos harán interiorizar el resto de características que considero indispensables:

       

      Entender que cada evento es único.

       

      Desde Pop in Group , como agencia creativa, no podemos despachar eventos. Iría contra nuestra propia naturaleza, y es que aunque algunos no lo crean, no podemos generalizar los eventos como si fueran un commodity. Es obligatorio para cualquier profesional de este sector tener grabado a fuego que cada evento es único y diferente. Aquí no hay café para todos, y al igual que cada cliente es distinto, cada marca es diferente. Todo varía en función del momento, la localización, los objetivos concretos que se planteen en el briefing…son muchas las variables y los profesionales debemos de plantear soluciones distintas que resuelvan problemáticas que en algunos casos puedan asemejarse.

         

        Los perfiles deben de ser variados.

         

        Es muy enriquecedor que contemos en nuestro equipo con perfiles distintos (ya sea en plantilla o freelance), que tengan skills diferentes, con experiencias pasadas variopintas e incluso diría que con distinto rango de edad. Gracias a ello, dependiendo del cliente y del proyecto que tengamos delante, contaremos con el perfil que mejor se adapte y que defienda el evento.

           

          Capacidad de aprendizaje continuo.

           

          El profesional de los eventos tiene que aprender continuamente, ha de ser una esponja de conocimiento para precisamente poder aportar soluciones. Haberte enfrentado a distintas situaciones complicadas en el pasado es una experiencia que te hace ser previsor, flexible, dinámico, resolutivo, creativo

             

            Estas últimas habilidades son importantísimas en el mundo de los eventos, pero hay que recalcar que de nada valen sin las dos primeras: empatía y actitud.