viernes, abril 19, 2024

Objetivos de comunicación para directivos en 2023


ARTÍCULO DE MONTSERRAT ARIAS (BEMYPARTNER). Comienza 2023 y con el inicio de año también los propósitos de mejora personal y profesional. Cualquier momento es bueno para iniciar un buen plan, pero el mes de enero acompaña para cerrar planes y presupuestos que los hagan posibles.

ARTÍCULO PATROCINADO POR HALLON, INTELIGENCIA DE MEDIOS

Por Montserrat Arias, CEO de Bemypartner / 10 de febrero de 2023

Aquí van algunas sugerencias de objetivos para Ceos y directivos de empresa para llevar a cabo en 2023.

1) Mejorar nuestra capacidad de hablar en público y transmitir mensajes. Hasta hace unos años muchas empresas podían sobrevivir sin que se supiese nada de ellas ni de quien había detrás. Hoy en día es una opción difícil de mantener, por no decir imposible. Nos encontramos incluso con empresas industriales enfocadas en el B2B y supuestamente tradicionales que están pasando a modos de comunicación más abiertos en las que los directivos tienen una mayor exposición mediática y presencia en las redes. Empresas de corte industrial adoptan estilos comunicativos abiertos, transmitiendo sus valores, cercanía, su manera de hacer… Estrategias de posicionamiento como expertos y referentes que les muestren como piezas clave de su sector y de la economía. Cuanta más formación mejor ya que el día a día nos ofrece muchos ejemplos de que las posibilidades de meter la pata son muchas, pero también la posibilidad de transmitir los valores corporativos y de marca a través de los directivos y directivas de nuestra empresa.

2) Ser más transparentes y comunicativos. La transparencia es una exigencia y algo cada vez más valorado por el público. Esta transparencia va a repercutir positivamente en nuestra imagen y en la percepción de marca. Vemos muchas marcas históricas que no habían hecho comunicación y con el tiempo ven la pérdida de oportunidad que supone el dejar que la competencia hable y nosotros no. Al no comunicar la percepción de tamaño, capacidad y buen hacer de la empresa se percibe como menor y a menudo la percepción se acaba transformando en una realidad.

3) Explicar mejor los valores de la empresa. Los valores corporativos pasan a tener un protagonismo principal. Es su cultura, su manera de entender el mundo y la forma de estar en él. Puede llevarnos a atraer a un tipo de talento y personas. Desde qué la diferencia, cómo quiere posicionarse, qué es lo más importante para esta empresa, cuál es su cultura y manera de relacionarse entre los equipos… La cultura de la empresa debe ser clara para no confundir a sus públicos. A priori diferentes valores de empresa son adecuados, aunque aquellas que no los adapten a los nuevos tiempos corren el riesgo de extinguirse. Así las empresas que no pongan la diversidad y la sostenibilidad en el eje de sus valores corren el riesgo de ser rechazadas por el nuevo talento y las nuevas generaciones de consumidores.

4) Apostar por las redes sociales. En alguna ocasión me he encontrado con un CEO que me decía que “no creía en las redes sociales”. Es curioso que todavía hablemos en términos de fe en cuestiones que tienen un retorno tan tangible y real. Aunque hay aspectos más intangibles de la comunicación como la reputación, su valor es claramente un activo para la empresa, así lo reconocen los inversores en las cotizaciones de bolsa y así se castiga también a nivel bursátil e inversor cuando una empresa no hace bien sus deberes de comunicación o sufre una crisis reputacional. Numerosos estudios así lo avalan como los que realiza Kantar de forma anual. Pensar que la inversión en reputación y comunicación en general es una cuestión de fe es una muestra de que las personas que dirigen nuestra empresa están desfasadas y que han pasado a representar un peligro para la organización.

5) Entender que se es digital o no se es. Aurea Rodríguez publicó este mes de diciembre el libro “Antes muerta que analógica” y ninguna frase mejor para representar la realidad de una necesidad que ya no es una opción. No hay departamentos digitales porque las empresas han de ser digitales de forma transversal, desde su cultura, su manera de hacer y de pensar. Es una manera de trabajar y entender la empresa y la vida. Ser analógico ya no es una opción. De la misma manera no podemos hablar de “comunicación tradicional” o “plan digital”, toda la comunicación ha de tener una visión integradora, 360, que tenga en cuenta que somos sujetos y empresas digitales.

6) Ser lo más sostenible que puedas. La actividad productiva conlleva un impacto en el medio ambiente. Sin embargo, está en nuestras manos la minimización de este impacto. Por ejemplo, muchas empresas han apostado por alcanzar el cero emisiones en un plazo determinado, reducir sus packagings, sus desplazamientos y los residuos que producen. También hemos de buscar la complicidad y la participación del consumidor que ha de colaborar en esta reducción, reutilización, reciclaje y recuperación. Por eso los planes de comunicación de las empresas buscan transmitir estas acciones y también el hacer partícipe al consumidor ya que sin su ayuda caminamos hacía la destrucción del planeta tal y como lo conocemos. Sin la colaboración entre estados, empresas y ciudadanos será imposible un cambio de tendencia que nos lleva a un futuro difícil de determinar. La comunicación va a jugar un papel fundamental y el peso de este aspecto irá tomando más y más relevancia cada vez ya que es un tema de supervivencia.

7) Incluir en tus valores la igualdad de género y transmitirlo. La diversidad y la igualdad de género tampoco son opcionales. No hemos de preguntarnos si nuestra empresa es sexista sino en qué grado lo es. Hemos pasado mucho tiempo culpando a las propias mujeres y a diferentes colectivos de su propia discriminación. Dábamos lecciones de lo que tenían que hacer para superar el techo de cristal o las limitaciones: ser más asertivas, hacer las entrevistas de trabajo así o asá, pedir aumentos y cargos. Parecía que la discriminación era autoimpuesta. Sin embargo, son numerosos los estudios y publicaciones que documentan que las limitaciones vienen principalmente por los sesgos sociales, que limitan el progreso. Recomiendo en este sentido la lectura “THE AUTHORITY GAP: Why women are still taken less seriously than men, and what we can do about it”, de la autora Mary Ann Sieghart ya que aborda la problemática con datos y estudios y proporciona ideas y plan de acción para abordar la problemática. Sin cambios en el sistema y la manera de hacer, no habrá mejoras. Por esto las empresas deben tomar conciencia de las maneras de trabajar, su cultura, las dinámicas y prejuicios que frenan el camino y el progreso de muchas mujeres que acaban renunciando porque les supone un esfuerzo extremo el vencer todos los problemas extra a los que se han de enfrentar.

8) Poner en valor lo bueno de la empresa. Algo curioso que nos sucede cuando
empezamos a trabajar con empresas es que descubres que están llevando a cabo
proyectos de gran interés público sin comunicarlo y sin ser conscientes de ello. Por ello es importante incluir a tu dircom y/o a agencia en los Brand Plans desde el inicio de su desarrollo y también que tengan comunicación continuada con todos los
departamentos de la empresa, para que entiendan y conozcan todas las acciones que
se desarrollan en cada uno de los departamentos. Hay un potencial comunicativo en tu empresa que desconoces y tu equipo de comunicación podría ponerlo en valor.


ARTÍCULO PATROCINADO POR HALLON, INTELIGENCIA DE MEDIOS