ARTÍCULO DE GONZALO RODRÍGUEZ LOMBAO (PROA COMUNICACIÓN) / Las relaciones institucionales (RRII) son clave en el contexto actual público y privado, dado que los distintos sectores están cada vez más interconectados. Las RR.II. buscan que los vínculos entre las empresas y las instituciones sean fuertes y reporten beneficios a ambas partes.
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Por Gonzalo Rodríguez Lombao, Consultor de PROA Comunicación / 27 de febrero de 2024
Los directivos de las empresas deben apostar por estos nexos en pro de un mejor posicionamiento de sus negocios e incidencia regulatoria. Estas relaciones se traducen en ganancias potenciales en sus mercados. Para ello, los canales tienen que estar abiertos y la comunicación debe ser fluida.
En el caso español, el término grupo de presión o lobby ha tenido históricamente una connotación negativa, al asociarse con tráfico de influencias e incluso con soborno. Frente a esta idea, las RRII no comparten este carácter negativo del lobbismo. Por el contrario, definen su actividad como generar nexos, contactos, acuerdos, interrelaciones entre lo público y lo privado y en definitiva buscan un beneficio mutuo.
Las RRII son cada vez más importantes, porque permiten a las empresas conocer cuestiones legislativas, políticas y reglamentarias, que pueden afectar a su actividad en el mercado. Ayudan a adquirir información sobre el sector en el que operan, los stakeholders, captar inversionistas, adelantarse a tendencias y retos a futuro.
Un flujo comunicativo constante, supone un mecanismo de defensa para hacer frente a crisis. Si se tiene una buena relación con las instituciones, estas protegerán su acción en los mercados, por mutuo beneficio. Ampliar el número de nexos de las empresas, genera mayores oportunidades comerciales.
La administración pública, cada vez más, debe valorar conocer los datos de primera mano de las empresas. De esta manera, tendrán información acerca de cada sector. Esto representa una ventaja a la hora de elaborar planes y estrategias de manera ágil y eficiente. Así mismo, la administración debe recabar información transparente y eficiente, de los distintos sectores y traducirla en toma de decisiones compartidas y la participación conjunta en la elaboración de las leyes.
Las relaciones institucionales también deben darse en el ámbito privado, permiten estrechar lazos entre empresas de un mismo sector para desarrollar planes conjuntos. La agregación de distintos puntos de vista supone tener una voz más representativa en foros y eventos. También permite mejorar el posicionamiento de las marcas y su notoriedad.
En el contexto actual, no basta con mantener un perfil bajo. No se puede ignorar el entorno. Las empresas deben conocer las cuestiones políticas, reglamentarias y legislativas mejor. De esta manera podrán adelantarse a posibles cambios de manera ágil y eficiente. Incluso, dar respuesta de manera más sencilla a situaciones de crisis.
De la fluidez en la comunicación, surgen oportunidades de acción y de negocio. Tanto instituciones como empresas deben aportar información útil y constante. El mensaje debe ser coherente, verosímil y pertinente, para proteger los intereses de ambas partes. Por eso, el servicio que ofrecen las consultorías es fundamental. Diseñar estrategias de RRII, preparar documentación, redactar informes y presentaciones, buscar y gestionar los intereses de actores implicados, hacer mapeos de stakeholders, coordinar eventos y actos institucionales, son algunos de los valores que aportan agencias especializadas en relaciones público-privadas.
Las RRII deben desempeñarse con ambición, existe una serie de actores implicados como asociaciones, partidos, universidades, patronales o sindicatos, que también deben participar en estos procesos, y a los que se debe tener en cuenta. Tanto a las instituciones como a las empresas les reporta grandes beneficios conocer las tendencias del entorno y las oportunidades de acción. Todo esto es igual, o más importante que un plan de ventas o una estrategia de marketing.
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