CRISTINA TARODO, RESPONSABLE DE SOCIAL MEDIA DE SPAIN BUSINESS SCHOOL Jueves 14 de diciembre de 2017
Internet es un océano de información en el que cada día se generan infinidad de nuevos contenidos. ¿Sabías que en Google se realizan 3,5 millones de búsquedas por minuto o que en Youtube se visualizan 4,1 millones de vídeos?
Ante este contexto nos preguntamos si es posible generar valor añadido a todo lo que ya está publicado. La respuesta: SÍ, todavía podemos buscar la diferencia y aportar ese toque personal a nuestra audiencia. ¿Cómo? Aquí es donde entra en juego la labor del content curator o curador de contenidos.
Para los profesionales del marketing, los social media o la comunicación es importante saber qué es la curación de contenidos y qué no. Por ejemplo, buscar información en internet para resolver una duda no es hacer curación de contenidos. El trabajo del content curator va mucho más allá y engloba desde conocer las necesidades de su público a elaborar ese contenido de valor a lo que ya está publicado.
Empecemos por el principio… ¿sabemos realmente qué es la curación de contenidos?
Vivimos en un mundo infoxicado o de sobrecarga informativa y ante ello, es necesario que seamos capaces de identificar lo que es útil y lo que no. Podemos decir que la curación de contenidos consiste en buscar, seleccionar y filtrar información que ya está publicada para después aportar nuestro sello personal y compartirlo con nuestro público. ¿Y quién es el profesional que realiza este trabajo? El content curator o curador de contenidos es la persona encargada de llevar a cabo esta labor.
La primera persona en definir este perfil profesional fue Rohit Bhargava en un artículo publicado en 2009 con el título “Manifesto For The Content Curator: The Next Big Social Media Job Of The Future”. Este profesional del marketing definió al content curator como:
“Alguien que constantemente encuentra, agrupa, organiza y comparte continuamente el contenido mejor y más relevante sobre un tema específico online”.
Esta definición tiene sus matices. No solo se trata de buscar información y compatirla, sino que el content curator debe ser capaz de dar ese toque personal que diferencie ese contenido del resto. Esta característica es una de las razones por la que es necesario un profesional que se encargue de esta labor.
4 características de un buen Content Curator
¿Cómo debe ser el profesional que se encargue de la curación de contenidos? No existe un perfil concreto que sea el perfecto para esta labor, pero sí es verdad que es recomendable que el content curator reúna las siguienes características:
- Debe conocer a su público para tener claros sus intereses y gustos y así saber qué ofrecerle. Conocer a nuestra audiencia es un requisito indispensable.
- Debe estar informado sobre las tendencias y últimas noticias de su sector.
- Debe tener capacidad analítica para identificar contenido de valor entre toda clase de fuentes: artículos, post, tweets, vídeos, presentaciones…
- Debe ser capaz de adaptar la información seleccionada y filtrada para añadir su toque diferencial y ofrecer ese contenido de valor para su público.
Fases de la curación de contenidos
Cuando consultamos diferentes fuentes sobre cuáles son los pasos para realizar una buena curación de contenidos, observamos que no existe un consenso sobré cuántas son las fases del proceso. Por su parte, los expertos Javier Guallar y Javier Leiva-Aguilera hablan de las 4S´s de la content curation: Search (Búsqueda), Select (Selección), Sense making (Caracterización) y Share (Difusión). Otros autores añaden más fases o las aglutinan en la misma.
En este ocasión vamos a definir las siguientes fases o pasos en la curación de cotenidos:
1) Identificar nuestra audiencia. Antes de comenzar con la curación de contenidos en sí debemos saber los gustos e intereses de nuestro público objetivo para saber cómo debemos comunicarnos con ellos. Si no sabemos a quién nos dirigimos, seremos incapaces de ofrecerles lo que esperan.
2) Búsqueda de información. Esta fase la debemos realizar a través de diferentes fuentes como motores de búsquedas, redes sociales, newsletters o lectores RSS como Feedly, Inoreader o Google Reader.
3) Seleccionar y filtrar la información. Aquí es donde entrea en juego la capacidad del content curator para seleccionar aquella información de calidad. No se trata de guardar toda la información que encontremos sobre un tema, sino escoger aquella que nos interesa y sea de calidad.
4) Añadir valor. Ya sabemos lo que queremos publicar y ahora debemos ser capaces de encontrar ese elemento diferenciador o sello personal que añada valor a todo lo que ya está publicado sobre esa temática. Puede ser, por ejemplo, elaborar un vídeo o una infografía o añadir información de expertos sobre la temática. La creatividad y personalización son importantísimos en esta etapa.
5) Difusión del contenido. Ya tenemos nuestro contenido personalizado, pero si no lo compartirmos nadie lo podrá ver. Tendremos entonces que difundirlo a través de los canales de los que disponemos: redes sociales, blog, web, boletín… Siempre el mensaje más adecuado para cada canal de difusión con el objetivo de conseguir el impacto que buscamos.
6) Medir resultados. Al igual que cuando llevamos a cabo una campaña de publicidad depués medimos su repercusión, en este caso también tendremos que medir los resultados para saber si hemos conseguido los objetivos que nos proponíamos. Esta tarea se puede realizar a través de diferentes herramientas como Google Analytics, Facebook Insights, Hootsuite, Twitter Analytics o cualquier herramienta de medición que utilicemos en nuestro trabajo diario.
Cristina Tarodo Pisonero es Licenciada en Periodismo y Máster en Comunicación Política y Empresarial. Su especialización es la redacción de contenido digital especializado en temas de marketing. Actualmente trabaja como social media gestionando las redes sociales y el blog corporativo de Spain Business School.