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Comunicación: 5 situaciones en que un coach puede ayudarte

ROSA MATÍAS, DIRECTORA DE PROYECTOS DE WELLCOMM Viernes 9 de diciembre de 2016

En los últimos años, los medios de comunicación han contribuido a popularizar el coaching y a los coaches, aunque a costa de transmitir una imagen frívola y desvirtuada de sus funciones y de la aportación positiva que pueden generar sobre personas y organizaciones.

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Un coach no es ni un gurú, ni un predicador, ni un imán, ni una persona a la que podamos atribuir poderes excepcionales. En efecto, un coach es un profesional formado y entrenado para ayudar a otras personas, a los profesionales y a las empresas a identificar y alcanzar sus propios objetivos, con base en conocimientos, metodologías y técnicas específicas.

 

En síntesis, un coach puede servirnos para identificar nuestras metas, acotarlas, definirlas, a la vez que nos ayuda a desplegar nuestros propios recursos y potencialidades. El objetivo final será llegar al punto de destino deseado, tomando como base las decisiones del cliente o destinatario de los servicios de coaching.

 

Para no generar confusiones, insistiremos de nuevo: un coach no es un ‘conseguidor’, no es alguien que viene a ‘hacer nuestro trabajo’, a ocupar nuestro lugar ni a ahorrarnos esfuerzos.

 

Un profesional del coaching nos acompañará y creará un espacio de comunicación y colaboración que puede ser de extrema utilidad para maximizar nuestro talento, impulsar el potencial personal y profesional, y llegar con mayor facilidad a nuestros objetivos. Eso si, la toma de decisiones, el esfuerzo y la superación tendrá que aportarla el cliente, aunque sustentado en una valiosa ayuda profesional que le permitirá hacer crecer su rendimiento y explorar nuevos territorios y talentos aún por descubrir.

 

¿En qué situaciones nos puede resultar útil la ayuda profesional de un coach? Sin duda, son muchos los supuestos en los que el trabajo técnico y el compromiso personal y profesional de un coach pueden ser de impagable valor. Citaremos los casos más característicos:


1) Me he quedado sin empleo y no sé por dónde empezar.

 Cuando, tras un prolongado período de actividad, un profesional de la comunicación pierde su empleo o fracasa en su proyecto de emprendimiento, el coach es el profesional más indicado para guiar y acompañar en el proceso de reinserción en el mercado laboral.


2) Problemas de clima laboral.

En ocasiones, una o varias personas padecen períodos caracterizados por el conflicto o por las relaciones insatisfactorias con sus compañeros/as de trabajo, con sus jefes o, en definitiva, con el entorno laboral en el que se desempeñan. La ayuda individualizada y/o colectiva de un coach puede representar una poderosa fuerza para ayudar a los actores implicados a encontrar soluciones prácticas y efectivas.

 

3) La motivación se marchó.

En aquellos casos en los que sientes desinterés por tu trabajo y cada jornada laboral se convierte en una insidiosa rutina, tu coach podrá impulsarte a encontrar la mejor solución. Repetimos, ello te activará y te orientará, pero no te librará de los inevitables sacrificios y esfuerzos de un proceso así.

 

4) Necesito crecer y no sé cómo. 

En situaciones tan habituales como esta, las técnicas de Coaching te acompañarán, apoyarán y potenciarán tus competencias personales y profesionales. Sentirás como la confianza en ti mismo y la capacidad para asumir nuevos retos se fortalece de forma sólida y consistente. Conseguirás ahuyentar posibles temores o inhibiciones que te impidan poner en juego todo tu potencial.

 

5) Tengo talento, pero no sé dónde lo dejé guardado.

 Es posible que tu trayectoria como estudiante o como profesional te haya aportado indicios claros de que posees talento profesional, poder de comunicación y capacidad de liderazgo. Sin embargo, a la hora de la verdad, no te ves capaz de demostrarlo. Ya llevas unos años de carrera profesional y te sientes estancado y poco valorado, no acabas de progresar ni encontrar responsabilidades o proyectos a tu medida. Todo ello te lleva a dudar de tu talento y a inhibirte de posibles nuevas iniciativas. Tienes miedo. A pesar de tener talento, te has vuelto gris y conservador. Dalo por hecho, necesitas un coach.