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¿La COVID-19 ha acelerado el auge del entorno digital como palanca de cambio en los Public Affairs?

El escenario que ha emergido tras el estallido de la pandemia de la COVID-19 ha obligado a actores públicos, institucionales y al tejido empresarial a adaptarse a las nuevas circunstancias y optar, en muchos casos, por los canales digitales como plataforma para seguir relacionándose con sus públicos y stakeholders.

Por Redacción, 21 de diciembre de 2020

Arturo Carrasco, Responsable de Comunicación y Estrategia Digital de Political Intelligence, resalta la gran capacidad que han tenido organizaciones y empresas para transformar digitalmente sus procesos internos. “La comunicación e interrelación entre organizaciones, empresas e instituciones se ha digitalizado a un ritmo nunca visto. La pandemia del COVID-19 ha provocado la caída de fronteras en la interlocución entre agentes de cambio nacionales, europeos y globales”, afirma. El entorno digital se ha convertido en un marco de interacción predominante de los asuntos públicos. Como muestra de ello, el Gobierno ha incluido la digitalización de la Administración Pública como uno de los ejes prioritarios de los fondos Next Generation EU.

En los últimos años, los canales digitales y el social media se han vuelto contextos que han integrado a todo tipo de públicos en una conversación e intercambio de recursos constante. En muchas ocasiones, los objetivos de asuntos públicos de las organizaciones pasan por generar influencia en stakeholders o entornos legislativos y regulatorios que tienen un alto componente digital, por lo que se hace esencial afianzar su posición en dicho entorno.

La dimensión digital se ha vuelto un marco de conexión entre las empresas y sus públicos que permite a las primeras comunicar su propósito y sus posicionamientos y, de esta manera, encontrar el enclave en el que aporta su valor a la sociedad. Se trata de una dimensión indisoluble de la realidad de negocio de todo tipo de compañías y de alcance de la actividad de las organizaciones que repercute en su notoriedad y reputación en tiempo real.

Por otro lado, hay que subrayar que actualmente se legisla cada vez más con la mirada digital incorporada y midiendo el impacto de sus regulaciones. Hace unas semanas, el Ejecutivo anunciaba su nueva Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA) en el marco de su Plan ‘España Digital 2025’ en línea con los progresos globales en la consecución de los objetivos marcados en la Agenda 2030. Es innegable la influencia de esta nueva realidad en todo tipo de grupos de la sociedad.

En definitiva, para poder generar influencia y opinión en un entorno cada vez más dinámico y multicanal y conectar con los públicos de las organizaciones, debe incorporarse la dimensión digital en el plan estratégico de cualquier organización.