martes, octubre 8, 2024

Cambios y tendencias que marcarán la evolución de las agencias de comunicación

SILVIA ALSINA, DIRECTORA GENERAL DE ROMÁN Y ASOCIADOS Lunes 14 de mayo de 2018

La Reputación Corporativa era un intangible en el siglo XX y se consolida como un tangible indiscutible en el XXI. 

Tal y como recoge el Reputation Institute cuando habla del concepto “economía de la reputación”, las percepciones de los stakeholders sobre una empresa tienen un impacto directo en la cuenta de resultados de la misma. Por lo tanto los profesionales del sector evolucionamos de Consultores de Comunicación a Consultores de Reputación Corporativa y de la actuación vertical a la transversal.

 

Hay una serie de drivers fundamentales que inciden ya en nuestro trabajo:

 

El Big data como gran aliado para tangibilizar las realidades reputacionales que vive una compañía asi como potenciales escenarios de crisis que pudieran afectar a su negocio. La cuantificación de ese impacto y su influencia en el negocio es esencial para que todas las organizaciones entiendan que deben medir, proyectar y gestionar su reputación y para que las Direcciones Generales de Comunicación sean parte imprescindible en los comités de Dirección y en los consejos de Administración de las empresas.

 

Un gran reto será surfear contra las Fake News, creadas para la destrucción reputacional a través de la manipulación. En este sentido, los medios de comunicación tienen una nueva oportunidad. Aquellas cabeceras que apuesten por ser veraces y filtro efectivo contra las noticias falsas, podrán reposicionarse.

 

Otra clave son los millennials y su forma de entender el mundo, el trabajo, las relaciones, el medioambiente, la política y la empresa. En España son una generación de más de 8 millones de personas y en 2025 serán el 70% de la fuerza laboral del mundo, las empresas no pueden comunicar con ellos con planteamientos, canales o formatos del siglo XX.

 

Un relato del s.XXI: Es fundamental que las compañías definan su narrativa más allá del propio negocio,  que articulen y proyecten los beneficios económicos, sociales y ambientales que generan, mantenerse fieles a este relato, interactuar con los grupos de interés y evolucionarlo.

 

Una nueva actitud: Más allá de lanzar sus productos o servicios al mercado, las empresas deben estar dispuestas al debate, a tomar partido, a comprometerse, a la crítica, a asumir errores. Todo en aras de la transparencia y la autenticidad que demanda la nueva sociedad.