viernes, diciembre 5, 2025

¿Estamos ya en la era de las “vibe comms”?

ARTÍCULO DE NATALIA SÁNCHEZ (WEBER SHANDWICK) / El término “vibe coding” fue acuñado en febrero de 2025 por Andrej Karpathy, cofundador de OpenAI y exlíder de IA en Tesla. En su definición, Karpathy describía un futuro donde las herramientas de inteligencia artificial (IA) alcanzan un nivel en el que los desarrolladores pueden “olvidar que el código siquiera existe” y centrarse únicamente en pedir a la IA que cree aplicaciones sin necesidad de programar una sola línea de código.

 Por Natalia Sánchez, co-directora general de Weber Shandwick / 4 de diciembre de 2025

Sin embargo, el “vibe coding” no elimina la necesidad de programadores humanos. Se enfrenta al llamado «problema del 70%»: aunque la IA puede automatizar gran parte del trabajo, incluso hasta un 70%, el 30% restante requiere intervención manual de expertos para abordar problemas complejos y garantizar la seguridad.

Esta misma dinámica está empezando a replicarse en la industria de la comunicación y plantea la pregunta: ¿hemos entrado ya en la era de las “vibe comms”? En este nuevo modelo, la IA gestionará tareas repetitivas y operativas, mientras que los profesionales de la comunicación se dedicarán a diseñar estrategias, empatizar con el contexto, comprender las necesidades de los medios y desarrollar narrativas profundamente enraizadas en la cultura que resonarán de forma única con las audiencias.

La industria de la comunicación: un punto de inflexión

La industria de la comunicación está, sin duda, en un punto de inflexión. La llegada de la inteligencia artificial no es opcional; su adopción es ineludible para quienes buscan mantenerse relevantes en un entorno dinámico y competitivo. Según el informe “El Estado de la Comunicación en España 2025” de Dircom, un 78,8% de los directivos considera prioritario integrar la IA de manera ética y efectiva en sus operaciones.

La necesidad de evolucionar hacia modelos de trabajo más sofisticados, apoyados en tecnologías de IA, no solo nos permite optimizar procesos, sino que también abre la puerta a nuevas formas de innovar, crear y conectar con las audiencias de manera más estratégica y ágil.

La seguridad como pilar fundamental

No obstante, al integrar la IA en nuestros procesos comunicativos, uno de los principales desafíos sigue siendo la privacidad y la seguridad de los datos.

En Weber Shandwick, disponemos de un ecosistema de trabajo basado en tecnologías avanzadas como OpenAI ChatGPT, Perplexity y Adobe Firefly que no solo prioriza la inteligencia generativa y predictiva, sino que, de forma más importante y crítica, opera con cero retención de datos, asegurando que la información que introducimos no se transfiera a bases de datos globales de IA.

Esta arquitectura ética y segura nos permite ofrecer un entorno de trabajo que garantiza algo tan fundamental como la confidencialidad de la información que manejamos en nuestro operativo diario.

IA Predictiva: el futuro va más allá de generar contenido

Aunque la IA generativa ha captado la atención por su capacidad de producir contenido en tiempo real, el auténtico cambio de paradigma reside en la inteligencia artificial predictiva.

De hecho, según el estudio de KPMG “Perspectivas España 2025: Inteligencia Artificial y Transformación”, el 87% de los líderes empresariales considera que la IA tiene como principales beneficios la mejora de la eficiencia operativa, el fomento de la innovación y el fortalecimiento de la toma de decisiones estratégicas.

La IA predictiva nos permite anticiparnos a escenarios futuros, analizar tendencias y procesar enormes volúmenes de datos con rapidez y precisión. Estas herramientas nos brindan una inteligencia estratégica capaz de transformar nuestras ideas en decisiones informadas y, a su vez, alimentar la creatividad para desarrollar soluciones más efectivas.

Por ejemplo, mediante el análisis predictivo, podemos proyectar el impacto de mensajes clave a lo largo del tiempo, hacer red teaming para recreación de escenarios en situaciones de crisis o identificar insights poderosos para detectar qué audiencias están más receptivas a nuestras narrativas. Con estas capacidades podemos prepararnos mejor y conectar de manera más relevante y culturalmente resonante.

La oportunidad del “Earned Media” en la Era de la IA

En este nuevo contexto, las agencias de PR tienen una oportunidad única para afianzar su liderazgo, especialmente en el ámbito del earned media. Las agencias siempre han sido socias fundamentales de los medios, trabajando codo a codo para crear historias mediáticas relevantes.

Ahora, este expertise adquiere un valor renovado, ya que el contenido que alimenta los algoritmos de IA generativa es evaluado bajo el principio E-E-A-T (Experience, Expertise, Authoritativeness, Trustworthiness): experiencia, autoridad y confianza. Solo las historias auténticas, bien fundamentadas y respaldadas por fuentes confiables tendrán relevancia para las marcas y sus audiencias.

Las agencias que, como Weber Shandwick, crean y gestionan narrativas auténticas y basadas en datos, son clave para maximizar el impacto de la IA y posicionar a sus clientes como referentes en un escenario comunicativo cada vez más competitivo y automatizado.

Weber Shandwick: un aliado estratégico y colaborativo en la transición hacia la IA

En Weber Shandwick, estamos plenamente preparados para acompañar a las marcas en esta transición hacia una industria de comunicación más enriquecida por la IA. Combinamos experiencia y talento humano en consultoría, estrategia y creatividad con herramientas tecnológicas de vanguardia.

No obstante, tenemos claro que la era de las “vibe comms” no es una transformación exclusiva de una sola agencia o marca. Es un esfuerzo colectivo que exige la colaboración entre profesionales, medios, marcas, asociaciones y agencias. Solo mediante estándares éticos compartidos, mejores prácticas y la co-creación de soluciones sostenibles podemos garantizar que la IA eleve, en lugar de homogeneizar, las voces únicas de nuestra industria para alcanzar niveles de impacto y relevancia sin precedentes. Tenemos la oportunidad de redefinir y reimaginar cómo trabajamos y cómo contamos las historias que realmente importan y generan valor.