La Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y la Asociación de Directivos de Comunicación (Dircom) inauguraron esta mañana en el Palacio de la Magdalena, en Santander, el curso de verano “Retos de la democracia ante la desinformación”, con una llamada conjunto a combatir la manipulación informativa que debilita las instituciones y erosiona la democracia.
Por Redacción, 15 de julio de 2025
Durante la apertura institucional, el presidente de Dircom, Miguel López-Quesada, advirtió de que “la desinformación se ha convertido en un verdadero reto para la democracia. Desde Dircom siempre hemos defendido la legitimidad de los medios de comunicación, pues el periodismo ciudadano carece de muchos elementos deontológicos de la profesión”. A su juicio, “combatir la desinformación requiere de una colaboración entre muchos actores formados y comprometidos que entiendan la información como un servicio a la verdad”.
Por su parte, Matilde Ruiz Carlón, vicerrectora de Relaciones Institucionales de la UIMP, recordó la corresponsabilidad ciudadana: “Tenemos que estar muy alerta para ayudar a construir, cada uno desde nuestro papel, el discurso público que contribuya a la democracia”.
Paulino Sánchez, director general de Simplificación Administrativa, Transparencia y Participación ciudadana del Gobierno de Cantabria, subrayó la relevancia constitucional del derecho a la información veraz: “La Constitución reconoce el derecho de los ciudadanos a recibir información veraz. Algo obvio, que ha requerido tanto esfuerzo, es puesto en duda hoy por actuaciones interesadas encaminadas a divulgar hechos falsos en favor de intereses espurios”.
Conocimiento experto frente a la manipulación informativa
La conferencia inaugural estuvo a cargo de Ángel Badillo, investigador principal de Lengua y Cultura española y experto en desinformación del Real Instituto Elcano, quien apuntó que “en los próximos años, la trazabilidad de la información será un aspecto fundamental para combatir la desinformación. A veces se utiliza la torpe excusa del secreto profesional (que es algo positivo en sí mismo) para ocultar los contenidos o los intereses de baja calidad que hay detrás de algunos contenidos”.
Badillo explicó la historia de la desinformación, “desde Julio César hasta nuestros días. La desinformación no es un fenómeno nuevo”. El investigador se refirió ampliamente al cambio que se había producido en el espacio público y también al cambio de rol de los medios como elementos de contexto de la desinformación. Como soluciones apuntó la educación de calidad a partir del pensamiento crítico, el fortalecimiento de las instituciones y la coordinación internacional para compartir mejores prácticas en esta batalla.
Tras la conferencia de Ángel Badillo se celebró la primera mesa redonda de la mañana, moderada por Miguel López-Quesada, en la que se abordó el papel del periodismo profesional ante la crisis de la verdad. Miguel Ángel Noceda, presidente de FAPE, defendió que “lo importante para los periodistas es tener claro lo que tienen en sus manos, que es ofrecer información veraz, contrastada y contextualizada para que el ciudadano pueda crear su opinión”.
Por su parte, Elena Herrero Beamount, directora de Ethosfera, profundizó en las cualidades que el Tribunal Constitucional otorga a lo que es una “información veraz”. “Para que una información sea veraz tiene que haber superado la debida diligencia del profesional de la información que la ha tenido que contrastar y además es igualmente relevante que se haya probado la independencia del editor que la pública”. La directora de Ethosfera alertó sobre una tendencia: “Algunos estudios, como el barómetro de Edelman, apuntan que los ciudadanos confiamos más en las marcas y menos en las instituciones. Esto es preocupante, porque las marcas no nos representan”.
Para Aletxu Echevarría, presidente de la Fundación Comunicando Futuro, considera la formación mediática de los jóvenes como uno de los mejores antídotos contra la desinformación: “Desde la Fundación queremos crear cultura digital en los jóvenes, una cultura crítica positiva para que los jóvenes aprendan a utilizar herramientas para diferenciar la información veraz de los bulos”.
La segunda y última mesa de la mañana subrayó la importancia de que los periodistas y dircoms desarrollen un trabajo conjunto para hacer frente a la lacra de la desinformación. El coloquio, moderado por Paz Uruñuela, directora de Contenidos y Formación de Dircom, abordó las tensiones y dificultades en la relación de periodistas y dircoms que pueden surgir en el trabajo diario, pero también hubo propuestas para avanzar en esa relación.
Virginia Pérez-Alonso, directora de infoLibre, se refirió a dos malas prácticas que, a su juicio, se están dando en la relación entre periodistas y dircoms: “No identificar correctamente los contenidos pagados y mostrarlos como si fueran informativos y la amenaza a la retirada de la publicidad ante la posible publicación de contenidos que dañan su reputación”. Por su parte, Iñigo Noriega, director del Diario Montañés mencionó la mentira y la ruptura de la confidencial como dos acciones que dinamitan la relación entre periodistas y dircoms, mientras que Juan Briz, director de RSC y Comunicación de Deutsche Bank se centró en los espacios y oportunidades de colaboración que surgen entre periodistas y dircoms cuando estos deciden colaborar. El dircom de Deutsche Bank se refirió al documento: ‘Periodistas y directores de comunicación: un compromiso ético para el futuro’, firmado en 2022 por FAPE, APIE, APM y Dircom, que expone las mejores prácticas y principios que deben orientar ambas profesiones y las relaciones entre ambas. “La colaboración y el respeto entre periodistas y dircoms es fundamental en la lucha contra la desinformación”, aseguró.
El curso de Dircom en UIMP continua esta tarde y mañana martes en el Palacio de la Magdalena de Santander. El presidente de la Agencia EFE, Miguel Ángel Oliver, y Javier Cavanna, director de la Fundación Haz y del Observatorio de Medios, son algunos de los nombres que incluye el programa de la jornada de mañana.
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