En Scania Ibérica, hablar de talento es hablar de movimiento. La compañía ha puesto en marcha un ambicioso proyecto de transformación cultural para reforzar su posicionamiento como marca empleadora y seguir siendo un lugar donde las personas quieran estar, crecer y evolucionar. Una iniciativa que combina estrategia, propósito y emoción, y que refuerza la manera en que Scania entiende la experiencia de trabajar en la compañía.
Por PrideCom / 30 de octubre de 2025
Charlamos con Sonia García, directora de Marketing y Comunicación de Scania Ibérica, sobre cómo se ha gestado este proyecto de marca empleadora, por qué llega en el momento justo y cómo está transformando la manera de atraer, cuidar y potenciar al talento dentro de la compañía.
¿Qué motivó a Scania Ibérica a poner en marcha este proyecto?
El contexto ha cambiado. Hoy el mercado del talento es mucho más exigente, sobre todo en perfiles técnicos, comerciales y digitales. Además, las nuevas generaciones buscan propósito, impacto y coherencia, no solo salario. Y eso, que en Scania siempre ha estado muy presente, necesitaba tomar forma y voz propia. También había un reto reputacional: en canales como Glassdoor o LinkedIn, lo que se dice de ti pesa. Así que vimos una oportunidad clara: si no contábamos quiénes somos, otros lo harían por nosotros.
¿Cómo ha sido el proceso de dar forma a esta iniciativa?
Lo hicimos en tres fases. Primero, un diagnóstico profundo en el que escuchamos a colaboradores de España y Portugal: queríamos tener una radiografía completa del estado real de nuestra marca empleadora. Analizamos nuestra reputación online, la conversación digital y la percepción externa frente a competidores, lo que nos permitió identificar con precisión nuestras fortalezas y áreas de mejora.
En la segunda fase, la estratégica, definimos nuestra propuesta de valor al empleado bajo el concepto “Esencia sueca. Carácter ibérico”, que refleja la unión entre la precisión, sostenibilidad y equilibrio del norte de nuestra matriz sueca, y la energía, cercanía y humanidad del sur: Portugal y España. A partir de ahí, identificamos los distintos perfiles de talento y trazamos una hoja de ruta clara para conectar con ellos de forma auténtica y emocional.
Y finalmente, la activación: trabajamos en un plan que nos permitiera dar coherencia y continuidad al proyecto, asegurando que nuestra cultura se viva, se comunique y se mantenga en el tiempo.
Durante todo el proceso contamos con el apoyo de la agencia PrideCom, que cuenta con una amplia experiencia en proyectos de employer branding.
¿Cómo se traslada ese mensaje y sus propuestas en la experiencia de las personas?
Nuestra EVP (Employee Value Proposition), “Esencia sueca. Carácter ibérico”, es mucho más que un concepto: es la manera en que se vive Scania desde dentro. Se refleja en tres pilares que marcan nuestra forma de trabajar y de relacionarnos.
El primero es la cultura de confianza, que se traduce en cuidados reales: beneficios tangibles, flexibilidad, bienestar y un entorno que escucha y acompaña.
El segundo, el desarrollo consciente, impulsado por nuestra escuela técnica, que es un verdadero motor de conocimiento, con programas formativos, becas y un itinerario de crecimiento para futuros líderes.
Y el tercero, la evolución con sentido, que conecta con nuestro propósito: avanzar hacia un transporte más sostenible y responsable.
En conjunto, esos tres pilares hacen tangible nuestra esencia: la solidez y equilibrio del norte, con la calidez y energía del sur.
¿Cómo lograsteis que la presentación de la EVP fuera vivida como una experiencia y no como un comunicado más?
Efectivamente, creemos que tiene mucho más sentido que la EVP se viva y se experimente por parte de los empleados, en lugar de que sea la empresa quien lo cuenta. Por eso, la estamos introduciendo de forma tangible a través de acciones concretas y, al mismo tiempo, de forma capilar en todo lo que nos muestra como marca empleadora tanto dentro como fuera de la empresa.
Para el primer impacto queríamos que la gente lo sintiera, no solo lo escuchara. Así que reinterpretamos el ritual sueco del fika, ese momento para compartir café y conversación, con un toque ibérico. Coincidió con el Día del Rollito de Canela, y lo convertimos en un desayuno especial para presentar nuestra EVP en España y Portugal.
Fue un éxito: los equipos lo compartieron en redes, se generó conversación interna y logramos que la gente conectara con el mensaje. Además, conseguimos unificar aún más el sentimiento de familia entre ambos países.
¿Qué esperáis lograr con esta nueva marca empleadora?
Que “Esencia sueca. Carácter ibérico” se convierta en una marca viva, reconocible y coherente. Que nos ayude a atraer perfiles diversos y a reforzar el orgullo de pertenencia. En definitiva, queremos seguir siendo un lugar donde el talento no solo se busca: se cuida, se escucha y se hace crecer.








