sábado, abril 20, 2024

Seis errores de comunicación en los que tal vez hayas caído alguna vez

MONTSE ARIAS, DIRECTORA GENERAL DE ONE TO ONE RELACIONES PÚBLICAS Viernes 10 de mayo de 2013

Dicen que de los errores se aprende, pero hay que ver qué mal que lo pasas el día D, el día que el error sucede. Como pocas veces se comparten estas meteduras de pata, he hecho una pequeña recopilación de las “mejores” que me han sucedido. Tal vez os sirvan para aprender algo como me pasó a mí, o por lo menos espero que sirvan para reírnos un rato.

Error 1.  El baile de números. Enviar una nota de prensa sobre una nueva emisora de radio… con el número de la frecuencia equivocada.  Un día a última hora de la tarde nos llega un fax de nuestro cliente (si, un fax, esto fue hace un tiempo) con un borrador de nota de prensa para preparar sobre una nueva emisora de radio. Tiene que salir YA, YA, YA. Con las prisas, escribimos todo rápido y lanzamos (también vía fax). A la mañana siguiente, todos los medios lo habían recogido, pero con un número equivocado. Ni hablar de la bronca que recibimos. Moraleja: por mucha prisa que tengas, siempre dedicarás un minuto a repasar todo y en especial, las cifras, tan traicioneras.


Error 2. El fax delator. Enviar una  propuesta de exclusiva a dos medios a la vez, pero cruzando los números del fax. Sí, no sé si lo he explicado bien. A dos medios a la vez le estábamos proponiendo una exclusiva, sólo para ellos, para ver quien decía primero que sí. Pero al enviarlo por fax (sí, el fax de nuevo), confundí los números, con lo que se enteraron de la trampa. Creo que mi jefe de ese momento todavía no me ha perdonado. Moraleja: no juegues con los periodistas o recibirás un castigo divino, o si lo haces – no te lo aconsejo-, comprueba que no metes la pata con el mail.


Error 3. Demasiado literal.  

También hace ya unos añitos me encantaba escribir discursos, me esmeraba mucho ya que me hacía, y me hace ilusión escuchar el texto ante un gran auditorio. Como no tenía trato directo con el que lo iba a leer, escribí dos columnas, una con el texto y la otra con unas indicaciones: introducción, objetivos, etc. Pues bien, el cliente lo leyó todo, tal cual, con mis notas a pie de página incluidas. Tuve que aguantar la risa durante una hora completa. Moraleja: nunca des nada por entendido.

 

Error 4. El Q&A que se te gira en tu contra.

Un Q&A es un documento de posibles preguntas y respuestas que preparamos para nuestros clientes para que estén preparados en las entrevistas ante los medios y sepan cómo responder correctamente. Con uno de mis clientes preparamos concienzudamente la entrevista, posibles preguntas y respuestas, etc. Realizamos la primera entrevista y tras la misma el cliente dice a la periodista: ¡Usted no sabe hacer entrevistas, no me ha preguntado todo, me faltan muchas preguntas!!  Moraleja: De nuevo, nunca des nada por entendido.


Error 5.  Gestión de expectativas.

Mi primera rueda de prensa en Madrid no fue un fracaso porque verdaderamente viniesen pocos periodistas sino porque le había asegurado al cliente que vendría el triple. Existen ciertas diferencias culturales entre Madrid y Barcelona. En Madrid existe cierta tendencia por parte de los periodistas a decir que sí que vendrán aunque luego no puedan, esto es mayor que en Barcelona. Pensando que iba a ser igual calculé mal la asistencia a una rueda de prensa. Nunca me ha vuelto a pasar. Moraleja:  gestiona a la baja las expectativas del cliente.


Error 6. El mail traidor.

Este es el error que más he lamentado nunca. Una persona de la agencia envió un mail con un comentario negativo sobre  un cliente, no iba dirigido a él, pero se lo envió por error. Perdimos el cliente, y lo que es peor, una persona se sintió ofendida, con razón. Nuestro error fue permite que se hable mal de alguien ni por escrito ni verbalmente. A veces hay quejas de si los clientes son pesados o se equivocan, esto demuestra que estamos perdiendo la orientación al cliente. Las agencias existimos gracias a nuestros clientes y nos debemos a ellos al 100%. Moraleja: no dejes que el espíritu de la queja se apodere de tu agencia.

Errar es humano, pero humano también es evitar errar.

 

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